Los dos países del mundo que más deben a la inmigración son los Estados Unidos y la República Argentina, pero en tanto que esta última continúa considerando bienvenidos a todos los extranjeros, a no ser que se trate de elementos indeseables, en los Estados Unidos hay una política muy fuerte destinada a impedir el ingreso de personas de otras culturas, tales como los japoneses, a los que se considera que no son fáciles de asimilar, ni tampoco ellos lo desean. Italianos son los que abundan en los países ya mencionados y su impronta es importante.
H.L.M.