Durante una ceremonia efectuada ayer en la Catedral de la ciudad de México, explotó una bomba delante del altar de la Virgen de Guadalupe. Por suerte el artefacto era de baja intensidad pues el templo estaba repleto de fieles que, felizmente, resultaron indemnes al peligro, pero sí hay daños materiales de consideración. De inmediato se pudo identificar y arrestar al autor de este abominable delito. La policía tuvo que efectuar esfuerzos muy grandes para que la indignada muchedumbre no linchara al individuo. La condena por el atentado es muy grande y severa.
H.L.M.