Dos duros debates confirmaron recientemente la talla de estadista (‘extra small’) de algunos políticos.
El primero lo tuvieron, vía Twitter, Mulder y Cateriano. Empecemos por comentar que Cateriano comenzó a tuitear frenéticamente a las 5:30 de la madrugada, de lo que deducimos que Mulder le genera insomnio (lo cual no sería extraño, pues se sabe que varios congresistas producen incontinencias estomacales, eruptivas y otros trastornos físicos en la población).
El ministro y el parlamentario centraron su discusión en temas estratégicos, como quién es el más gordo. Específicamente, Cateriano (a quien Mulder apodó ‘gordito gruñón’) llamó ‘el gordo mayor’ a Alan, y Mulder respondió con una del cole: “zafa zafa nomás, gordito”. Siguiendo con el ambiente quinceañero, ha trascendido que en el Gabinete los ministros recibieron a Cateriano entonando “uy-uy-uy, eso se borra con sangre” y el ministro ha decidido esperar a los apristas a la salida (en lo que, vistos los calificativos lanzados, podría ser una pelea de sumo).
El segundo encontrón lo empezó Ollanta, quien comparó al exitoso futbolista James Rodríguez con Reimond Manco (hoy venido a menos). La idea era arriesgada (Manco pudo devolverla comparando a Ollanta con Churchill), pero Reimond, con clase y astucia, respondió sin insultar y directo al punto débil: “Que se preocupe por la delincuencia, cada día está peor” (o, dicho de otro modo, no seré James Rodríguez, pero Urresti tampoco es Eliot Ness).