El sustantivo femenino ánfora designa el cántaro alto y estrecho de forma oblonga, con dos asas. En principio tuvo un uso litúrgico, pero con el tiempo fue empleándose en el ámbito político, hasta llegar a ser sinónimo de urna electoral. El aumentativo anforazo significa en nuestra lengua coloquial “fraude realizado mediante el cambio de ánforas [en un proceso electoral]” (Diccionario de peruanismos, APL, 2016). Véase un ejemplo de José María Salcedo: “Fraude de varias modalidades: […] de falsificación de cédulas para un anforazo de la más rancia estirpe” (Terremoto. ¿Por qué ganó Fujimori?, 1995).