En el año que está comenzando todas las previsiones hablan de un gran rebote. Así el BID o el Banco Mundial plantean que el Perú debería crecer entre 9 y 10% en el 2021, la tasa más alta de la región y una de las más altas del mundo. Pero como en el tenis o el pimpón, para aprovecharlo hay que estar en el lado en donde ese rebote va a llegar. Veamos.
Lo que hay pocas dudas, si no reciben más ataques, es que habrá crecimiento en dos grandes sectores. El primero es la agroindustria, que tuvo un buen desempeño incluso en pandemia, y que, aunque algunos sembríos muy intensivos en mano de obra como los arándanos disminuirán por el mayor costo del personal de la nueva ley, otros seguirán todavía produciendo. El segundo es la minería, ayudada por el mayor precio mundial de los metales. Aquellas empresas que pueden producir algo que se relacione con estos dos sectores, como insumos para los cultivos, herramientas para el trabajo o vivienda para su personal, verán multiplicarse sus oportunidades.
En el mundo del consumo de las familias la demanda crecerá más en aquello que se adapte más al “hogarismo”, la vida centrada en la casa. Eso va desde productos para hacer más cómodo el estar en casa como electrodomésticos, servicios de catering o comidas semipreparadas, hasta casas y departamentos con más comodidades para disfrutar de la vida en unidad familiar.
Por otro lado, el 2020 fue un año de digitalización acelerada, que continuará el 2021 con muchas oportunidades para el comercio y los servicios. Pero donde debe evitarse el error que muchas empresas ya cometieron, de creer que digitalizarse es solo un tema de tecnología de sistemas. Ellas pagaron un alto costo por olvidar que se trata de un nuevo medio que necesita una estrategia integral de producto y servicio, de distribución física, de precio y también de clientes a quien dirigirse.
Finalmente, los que sirven al B2B o mercado de empresas, tendrán dos tipos de clientes. Los que deben empezar a producir inmediatamente, para recuperar el año perdido, que darán el ‘go’ a muchos de los proyectos que tuvieron parados. Y los que van a estar preocupados por el tema electoral y van a demorar sus inversiones, pero pasadas las elecciones regresarán al mercado, para adaptarse a las nuevas condiciones que presente la política.
Probablemente casi todo crezca, pues los sectores con mayor crecimiento ayudarán a que toda la economía se movilice a través del consumo de bienes y servicios diversos. Pero la peor estrategia es sentarnos a esperar el rebote, y darnos cuenta muy tarde de que no viene directo hacia nosotros, y que va hacia quienes estuvieron alerta para ubicarse bien y aprovechar la oportunidad. Que tengan una gran semana.