Por muchsimo menos de los indicios que pesan sobre Joaqun Ramrez, lderes han sacrificado a sus colaboradores ntimos. Ramrez le banca buena parte de la campaa a Keiko, pero podra costarle la presidencia.
El control de daos fujimorista es psimo. Arremeten contra el periodista Gerardo Reyes, que es un tipo bastante serio y, a partir de ahora, va a redoblar su celo en esta pesquisa que tiene varios cabos sueltos. Consiguen un comunicado de la DEA que asegura que Keiko no es investigada nadie dijo lo contrario!, pero no dice nada sobre Ramrez. Es cierto que, en conversaciones posteriores con otros medios, Anne-Judith Lambert, vocera de la DEA en Miami, afirma que hay un malentendido. Pero, vamos, esa es la diplomacia gringa, que se escuda en una declaracin ambigua para no politizar ni distorsionar su chamba.
El mensaje poltico de la DEA a Keiko es claro: que ampute de Fuerza Popular a su secretario general. Y el mensaje del electorado indeciso probablemente sea este: que tiene un plazo de dos semanas para convencernos de que las supuestas afirmaciones de Ramrez de haber lavado US$15 millones que ella le entreg son una fanfarronada de este y no un esquema de lavado de activos en campaa poltica que la tenga a ella de operadora.
Jos Chlimper hizo una psima defensa cuando dijo que Ramrez no iba a declarar ni a ser expectorado porque la respuesta del partido no es personal, es institucional. Es institucional en el fujimorismo apaar y blindar a terceros? Una nueva mochila para Keiko?
Si no marca distancia con Ramrez, el fujimorismo ser ms vulnerable a que le revivan su asociacin histrica con la corrupcin. La ecuacin de caras nuevas con delitos nuevos va a estallarle a Keiko en las manos, malogrndole su esforzada y valiosa gira por el sur andino.
En el mejor de los casos, aqu hay un nuevo rico con conexiones peligrosas, recibido con los brazos abiertos en un partido con angurria de financiamiento local, pues a Fuerza Popular no le asisten los nexos con Venezuela o Brasil que tuvo Humala, ni la facilidad para pasar el sombrero, como PPK, en los ms solventes crculos empresariales. Miseria de la extrema mercantilizacin de nuestras campaas.
No le conozco mritos polticos a Ramrez, ni siquiera es vocero de FP. De modo que el partido lo ha encumbrado en la secretara general por ayudar a solventar la campaa y por gestos tan generosos como ceder una casa en la calle El Bucar para que Keiko la use como cuartel. La perversin del voto preferencial llevada a jerarqua partidaria. Les quedan pocos das para corregirse.