No justifica la agresión perpetrada por su hijo, pero pide que lo comprendan pues no estaba en sus cabales y su pareja lo había confundido con otro. Ese es el argumento de Jorge Pozo Palomino, primer regidor de la Municipalidad Provincial de Huamanga, en Ayacucho, para referirse a los golpes e insultos que su hijo Adriano Pozo Arias le propinó a su enamorada, Cindy Contreras Bautista.
El incidente, registrado la madrugada del 12 de julio en un hotel de Huamanga, es conocido desde hace varios días como el del “agresor calato”, pues Pozo Arias persiguió y atacó a Contreras estando completamente desnudo.
“Adriano es un muchacho borderline, ha estado en tratamiento desde el año pasado. Por eso vino a estar cerca de mí, Ayacucho es más tranquilo. Pero conoció a esta señorita y su vida cambió. Ella presionaba para que haya dinero, reuniones. Él iba a terapia una vez por semana”, aseveró el regidor, quien lamentó que la agredida afirme que él quizo sobornar a los testigos de la agresión.
Según declaró Pozo Palomino al programa Reporte Semanal, sí se desembolsó dinero, pero para cubrir los destrozos que ocasionó Adriano en el hotel.
“El adminstrador del hotel me había pedido de que antes de él formulara la denuncia le pagara el vidrio de una mesita y un florero. Accedí. Compre el florero a S/.10 y el vidrio a S/.20. Me dijo también que había tirado un celular, de S/.150 soles. Eso es todo, no he pagado a nadie”, dijo.
INESTABILIDAD MENTAL
Según el regidor Pozo, Adriano, sobre quien pesa una orden de prisión preventiva por nueve meses, se encuentra abatido por lo que sucedió. Su reacción agresiva se habría debido a un desequilibrio mental, que se agrava con el consumo de alcohol, y por el cual venía siendo tratado. Pese a su diagnóstico, el muchacho tomó licor en el cumpleaños de un primo, horas antes del ataque. Así, ebrio, no supo cómo sobrellevar que su enamorada lo llamara por el nombre de su ex hasta en dos ocasiones: una en casa del primo y otra en la habitación del hotel.
“[Adriano] está silencioso. Vió las imágenes, pero dice que no se acuerda. No concibe cómo pudo lastimarla. [Dice que a Cindy] La sigue amando, pero está cambiando la sensación porque ella le sigue haciendo daño”
Pozo aseveró que no justifica la actitud de su hijo, pero que lo apoyará así este se haya equivocado. No obstante, deslizó parte de la culpa en la víctima, Cindy Contreras, de quien dijo que habría provocado esta situación “quizás con la intención de buscar un pago”.
“Ella trabaja en una agencia de anfitriona, por eso siempre está buscando imagen, que su imagen se venda”, refirió.