En el litoral del distrito de Coishco, provincia del Santa, en Áncash, se esconde la isla Santa, un lugar paradisíaco que, pese a su difícil acceso, en las últimas semanas despertó el interés nacional, luego de que imágenes de su ecosistema se convirtieran en viral en las redes sociales. El hermoso paraje, no obstante, está abandonado.
Para llegar a la reserva natural es necesario realizar un viaje en bote de 45 minutos desde el puerto de Coishco. El lugar está rodeado por rocas, donde habitan al menos 17 especies de aves guaneras.
Al llegar, es necesario subir a un muelle a través de una escalera colgante de 7,5 metros de altura. La isla nos ofrece una apacible playa llamada Cantos Rodados, desde donde se observa un acantilado. Parte del atractivo es caminar por sus empinadas rocas.
En el 2011, la isla Santa fue considerada como la primera área marítima natural protegida en todo el país, mediante la Resolución Presidencial N° 041-2011-Sernanp. En su territorio se incluye el islote Santita, cuya extensión es de 128,3 hectáreas.
-
EL avistamiento de aves guaneras, como lso zarcillos, capta la atención de los visitantes. (Laura Urbina / El Comercio)
Su importancia radica también en su historia. Resalta la casona que una vez albergó a los funcionarios de la empresa administradora del guano. La edificación de la casona tipo rancho se hizo durante el gobierno del entonces presidente del Perú, Manuel Prado Ugarteche, en 1940.
En el primer nivel funcionaban las oficinas de la compañía, y en el segundo vivían los servidores peruanos y extranjeros. Esta casona de 160 metros cuadrados y 4,50 metros de altura se encuentra derruida, por sus pasadizos se observan los esqueletos de pájaros cochos, costales y herramientas de trabajo de los empleados.
En la zona también se construyeron almacenes, comedores y hospedajes para los trabajadores que extraían el excremento de las aves para ser comercializado como abono.
En la actualidad, el área natural es vigilada por dos guardaislas pagados por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), quienes deben medir la temperatura del mar y llevar el registro diario de las aves.
PROYECTO
El año pasado, el arquitecto Kenyi Quispe Velarde, natural de Coishco, presentó un proyecto ante el Sernanp con la finalidad de que la casona sea refaccionada y se convierta en un atractivo turístico. Y no solo eso, sino que se le reconozca, además, como patrimonio cultural y se desarrolle el turismo con la implementación de hospedajes, transporte y servicios básicos.
“Este proyecto es importante no solo para Coishco, sino para la provincia del Santa, es un patrimonio no reconocido por el Estado. Es urgente que se desarrolle un circuito turístico, ya que Coishco se mueve por la pesca y en estos momentos no hay trabajo. Si desarrollamos el turismo habrá empleo”, sostiene. El alcalde de la Municipalidad Distrital de Coishco, Manuel Aldave Boyd, se ha comprometido a acoger la propuesta de Quispe Velarde y gestionar su ejecución.
Mientras tanto, los amantes de la naturaleza seguirán ingeniándoselas para llegar a la isla bonita.