Los investigadores del Proyecto Arqueológico Sechín de Casma han hallado los restos óseos de un perro con más de mil años de antigüedad en el edificio principal del sitio, en la región Áncash.
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La arqueóloga Mónica Suárez Ubillus informó que el can fue hallado hace una semana y se encuentra en buen estado de conservación. “Hemos encontrado los restos de un perro que tiene aproximadamente mil años de antigüedad. Aún se puede observar su pelaje de color amarillo y marrón y las almohadillas en sus patas”, reveló a El Comercio.
Suárez considera que el canis lupus familiaris (denominación científica de un perro) pertenecería a los habitantes de la cultura Casma que reocuparon las ruinas de Sechín hace 1.000 años después de Cristo.
Agregó que la osamenta del perro será enviada a un laboratorio para que se le analice científicamente con el fin de conocer la raza, la edad, la fecha en qué murió y otras características.
“Los restos han pasado por gabinete, se ha colocado en un papel especial para su conservación y ahora vamos a hacerle todos los análisis posibles para sacar la mayor cantidad de información del animalito, pero eso requiere un costo, por eso seguimos pidiendo el apoyo económico”, comentó.
Mónica Suárez sostuvo que este hallazgo permitirá conocer más a la población de la cultura Casma y aportar más información respecto a las razas de los canes peruanos.
Este es el segundo hallazgo que realiza el equipo de investigadores al mando de la arqueóloga. En agosto pasado encontró una escalera con más de 4.000 años de antigüedad.
“Aún nos queda un mes y medio de excavaciones, pero hemos encontrando varias sorpresas. Ahora ya estamos viendo la arquitectura Sechín, espero que en un par de semanas ya podremos mostrar más avances”, adelantó.
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