RICARDO LEÓN ALMENARA
ENVIADO ESPECIAL
“¿Por qué primero me premian y luego me castigan?”, se preguntaba el presidente regional de Áncash, César Álvarez, durante una entrevista concedida a El Comercio el jueves, pocos minutos antes de que la Procuraduría Anticorrupción pidiera al Ministerio Público evaluar una posible orden de detención preventiva contra él por el presunto delito de asociación ilícita.
“Primero me dicen que soy el presidente regional con la mayor capacidad de gasto e inversión, y luego me congelan las cuentas”, se quejaba.
En efecto, en el 2013, el Gobierno Central y el Congreso otorgaron un premio económico al Gobierno Regional de Áncash y felicitaron públicamente a César Álvarez por ser el que más fondos había invertido en obras públicas, un total de S/.336,1 millones, el 99,9% de su presupuesto. Tiempo después, en abril de este año, el Ministerio de Economía (MEF) congeló, a pedido de la Contraloría de la República, las cuentas bancarias destinadas a obras de dos unidades ejecutoras (de un total de siete), región Áncash-sede central y región Áncash-subregión Pacífico.
Lo que ocurre en estas dos unidades ejecutoras representa un ejemplo real del mal manejo económico llevado a cabo en esta región, una de las más ricas del país.
Según el Colegio de Economistas de Áncash-Costa, el déficit acumulado durante la gestión de Álvarez podría alcanzar los S/.400 millones. Y a pesar de la poca transparencia en la información relativa al gasto público, hay al menos 85 obras inconclusas en estas dos unidades ejecutoras, denunció recientemente el consejero regional Juan Chuiz. Por cierto, Chuiz es uno de los tantos políticos que han recibido amenazas de muerte en los últimos meses.
DEUDAS ACUMULADASUn chiste común entre los chimbotanos dice que el coliseo cerrado que César Álvarez prometió construir cumple un requisito literal: está cerrado, pero porque las obras de construcción fueron suspendidas en el 2012. Ubicado al lado de grandes centros comerciales de Nuevo Chimbote, lo que se ve hasta hoy es una calavera de fierros ya oxidados y de columnas de cemento dispersas. Afuera, un letrero despintado habla de una obra que no es. Adentro no hay un solo trabajador, todo está paralizado. Esta obra estaba valorizada en cerca de S/.35 millones, pero el gobierno regional adeuda S/.7,4 millones. No hay dinero, no hay obras.
Otro de los proyectos inconclusos es la reconstrucción de un tramo de la avenida José Pardo, valorizada en S/.37,5 millones, de los cuales se adeudan S/.2,6 millones. En la construcción de servicios básicos del plan piloto de las mypes en la zona industrial Los Pinos (Chimbote), de un total de S/.18 millones que cuesta la obra, se adeudan S/.11 millones.
En la construcción del canal de Tabón (Casma), de S/.5 millones que cuesta la obra el gobierno regional debe S/.4 millones. Y así. En la lista de obras inconclusas figuran algunas de decenas de millones como otras de solo cientos de miles de soles, y en la mayoría hay deudas. Solo en la Unidad Ejecutora Subregión Pacífico existe un déficit acumulado de S/.185 millones.
Según el economista Luis Luna (hasta esta semana fue decano del Colegio de Economistas de Áncash-Costa), si se suman otras grandes obras ofrecidas por Álvarez, como los hospitales La Caleta y Ramos Guardia, cada uno por montos aproximados de S/.70 millones, hablamos de una región en serios problemas económicos.
“Lo que ha hecho la gestión de Álvarez es iniciar obras a discreción con claros fines políticos. Probar si hubo o no sobrevaluaciones es más difícil y eso lo investiga la contraloría, pero lo que sí está demostrado es que se usó el dinero del gobierno regional de manera irresponsable”, comenta Luna.
SÍ RECIBE CANONEn varias ocasiones, Álvarez ha justificado las deudas y las obras inconclusas afirmando que esto se debe al recorte del canon minero que recibe esta región. Sin embargo, las estadísticas del Ministerio de Economía (bastan unos pocos clics para llegar a ellas) demuestran lo contrario.
En el 2013, su gobierno regional recibió S/.252 millones solo por concepto de canon minero, la misma cantidad que en el 2012. En el 2011 fueron S/.190 millones y S/.196 millones en el 2010. “Dinero hay. Pero no se ha gastado bien”, indica Luna.
César Álvarez anunció –y durante la entrevista a El Comercio lo reafirmó– que no irá a la reelección para un tercer período. Sea verdad o no, los candidatos que postulan al cargo de presidente regional de Áncash tendrán muchos problemas económicos en los próximos años. Ese es el real problema.