La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) denegó la licencia institucional para el centro de estudios Universidad San Pedro (USP) debido a que no demostró cumplir con las condiciones básicas de calidad establecidas en la Ley Universitaria.
Debido a esto, este centro universitario privado de Chimbote deberá cesar sus actividades en dos años como máximo. Además, queda impedida de captar nuevos ingresantes, bajo cualquier modalidad.
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La casa de estudios tiene un total de 19 mil estudiantes, tanto en su sede principal como en sus filiales de Huaura, Piura, Cajamarca y Huaraz. En total, cuenta con nueve locales conducentes a grado académico. Su oferta educativa está compuesta por 64 programas y el 95.9% de ellos están destinados a la formación de pregrado.
Se trata de la universidad o escuela de posgrado número 29 cuya solicitud ha sido denegada. Hasta la fecha se ha otorgado el licenciamiento a 83 centros de estudios.
Millonaria sanción
Mientras estuvo en funcionamiento la Universidad San Pedro ha reunido una serie de multas debido a diferentes sanciones como por prestar servicios educativos en locales que no contaban con autorización en Celendín (Cajamarca), Barranca (Lima), Jesús María (Lima), Sullana (Piura) y Chota (Cajamarca). Por este hecho se le impuso una multa de 635.16 Unidades Impositivas Tributarias (UIT), es decir, S/2′667.672.
Además, informó la Sunedu que el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), entre el 2015 y setiembre 2019, impuso 67 multas por infracciones referidas a las normas de Protección al Consumidor.
Deficiencias
Durante el proceso de inspección de las condiciones de calidad, la Sunedu evidenció que el 74% de los programas evaluados no cuenta con la información mínima requerida y se identificó inconsistencias en más del 25% de estos.
Además, el centro de estudios no cuenta con laboratorios y equipamiento para el 30% de los programas de pregrado, lo que termina afectando a más de un tercio de los estudiantes de los programas. También se evidenció que las condiciones en las que se brindaba el servicio educativo en las filiales diferían de manera notoria con respecto a las de la sede principal de la Universidad.
Por otro lado, menos del 20% de los docentes daba el servicio a tiempo completo y el 2% del total eran bachilleres que no demostraron encontrarse dentro del plazo de adecuación. La universidad tampoco acreditó contar con una política de investigación articulada con sus planes institucionales.
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