“Cuando confirmaron que había dado positivo en la prueba rápida de COVID-19, no teníamos dónde ponerlo”, nos cuenta por teléfono un médico del Hospital Amazónico de Yarinacocha (HAYA), uno de los tres nosocomios que tiene Pucallpa, en Ucayali. El doctor recuerda así el desesperante episodio que se vivió el pasado fin de semana en ese centro de salud, a más de 700 kilómetros de Lima. “Se cerró Emergencias porque entraban y salían niños, gestantes. Tuvimos que desalojar por seguridad”, continúa.
El Comercio conversó con personal de salud de este hospital ubicado en el centro de la ciudad: uno de ellos atendió a ese primer paciente de COVID-19 que debió ser trasladado porque no tenían dónde ni cómo atenderlo. Un familiar de ese primer caso también accedió a hablar con este Diario y confirmó los hechos. Todos aseguran que no existe un espacio aislado para el tratamiento de infectados de coronavirus: no hay equipos de protección, menos una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con ventiladores mecánicos.
Esta es la situación en la región que tiene casi medio millón de habitantes y ha sido la última donde se han registrado infectados de coronavirus.
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La noche que cerraron
Sobre un toldo se lee un letrero verde que dice “Triaje diferenciado”. Así se ve la zona del COVID-19 en el HAYA.
Lo que hace dos años fue la Unidad de Tratamiento del Dengue, y que hasta hace poco era un almacén, es también zona del COVID-19. Este espacio –con cuatro camillas– es el área de observación para los eventuales pacientes de coronavirus. “UCI no existe, ahí no hay ni un ventilador mecánico”, nos precisa un técnico de enfermería. Y eso lo confirmaron todos. En el HAYA tienen más ventiladores malogrados que funcionando. En Emergencias solo hay uno y está ocupado, pues fue prestado al área de Hospitalización. El Jueves Santo, el Gobierno Regional de Ucayali envió un ventilador mecánico, pero no ha sido instalado.
Ese era –es– el panorama cuando, la noche del sábado 4 de abril, llegó un paciente con dificultad para respirar, neumonía e insuficiencia cardíaca. “Le faltaba el aire y tenía 40 grados de fiebre”, cuenta uno de los médicos que lo atendieron. Un familiar del paciente narró que desde fines de marzo se sentía mal y tenía tos seca. Desde una clínica a la que llegó reportaron a la Dirección Regional de Salud (Diresa) para que le hicieran la prueba rápida de COVID-19. Lo mandaron a su casa y nunca le hicieron el descarte. Así terminó acudiendo al HAYA.
“Una enfermera hizo un escándalo diciendo que por qué dejaron entrar a ese paciente infectado con el coronavirus. Llamaron a la Diresa y varias horas después la prueba rápida dio positivo. En ese instante cerraron Emergencias”, cuenta este familiar desde Pucallpa. Lo que vino después fueron horas de tensión porque el paciente había ingresado por Emergencias, donde llegan a diario entre 200 y 300 personas con otras patologías.
Con la prueba confirmada, el médico se comunicó con el personal asignado al COVID-19. Estos le dijeron que no había dónde ponerlo y que solo hacían triaje (una evaluación). “Pero al paciente ya lo teníamos ahí y a su lado había otras personas que entraban y salían. A la 1:30 a.m. del domingo se decide cerrar. No podíamos mandarlo a su casa”, asegura el doctor.
Lo peor vino después: al paciente lo aislaron, pero no había equipos para atenderlo si necesitaba una intubación. “Lo trasladaron porque no están preparados para atender a pacientes de coronavirus”, nos dice el familiar del paciente que hoy está en el hospital de Essalud de Pucallpa. Ya se encuentra más estable y le quitaron el oxígeno. El traslado, según han contado el personal médico y la familia, no fue en una ambulancia, sino en una camioneta.
Tres semanas después de la emergencia sanitaria decretada por el Gobierno, el pasado lunes, en el HAYA han empezado a construir una zona para el COVID-19 y se arman carpas. “Las autoridades estaban confiados en que eran cero casos”, nos dice una enfermera.
En el balance general del Ministerio de Salud, hasta el cierre de esta edición, figuran 14 positivos de coronavirus en Ucayali: 13 han sido detectados con pruebas rápidas y uno con prueba molecular o PCR. Este Diario confirmó que tres pacientes están en Essalud.
Sin protección
El médico que habló con El Comercio lo hizo desde su casa, es uno de los doctores que cumplen cuarentena. En la misma situación están otras nueve personas, entre enfermeras y técnicos, que atendieron o tuvieron contacto con el primer paciente de COVID-19.
Desde hace unos días, el personal de salud ha establecido entre ellos que quien llegue con síntomas respiratorios “es sospechoso hasta que no se demuestre lo contrario”, nos cuenta. Una forma de protegerse.
Los entrevistados negaron que tengan un equipo de protección personal (EPP) adecuado: solo les entregan una mascarilla simple, guantes que no son quirúrgicos y un gorro. “También una bata, pero dicen que la llevemos a casa para lavarla y que debe durar seis días”, precisaron. Así se atendió al paciente de coronavirus. Algunos se compran sus propios equipos. El día de la emergencia, el médico tenía en su auto una mejor mascarilla, otros guantes y una bata más gruesa. Él siente que eso lo ha salvado.
Sin respuesta
Nos comunicamos con el médico Juan Marmolejo Gálvez, director del HAYA, y Abdulac Torres Ruiz, jefe de la Diresa. Hasta el cierre de esta edición, no respondieron llamadas ni mensajes.
La Diresa informó ayer que en el Hospital Regional de Pucallpa, ubicado al lado del HAYA, han acondicionado una zona de COVID-19. Estos espacios se habían empezado a construir para nuevos consultorios.
¿Qué es el COVID-19?
El COVID-19 es la enfermedad infecciosa que fue descubierta en Wuhan (China) en diciembre de 2019, a raíz del brote del virus que empezó a acabar con la vida de gran cantidad de personas.
El Comité Internacional de Taxonomía de Virus designó el nombre de este nuevo coronavirus como SARS-CoV-2.
¿Cuáles son los síntomas del nuevo coronavirus?
Entre los síntomas más comunes del COVID-19 están: fiebre, cansancio y tos seca, aunque en algunos pacientes se ha detectado dolor corporal, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta y diarrea. Estos malestares pueden ser leves o presentarse de forma gradual; sin embargo, existen casos en los que la gente se infecta, pero no desarrolla ningún síntoma, precisó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, la entidad dio a conocer que el 80 % de personas que adquieren la enfermedad se recupera sin llevar un tratamiento especial, 1 de cada 6 casos desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar, la gente mayor y quienes padecen afecciones médicas subyacentes (hipertensión arterial, problemas cardíacos o diabetes) tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave y que solo el 2 % de los que contrajeron el virus murieron.