El gobernador regional de Cusco, Jean Paul Benavente García, propuso la implementación de un pasaporte COVID-19 que permitiría al mismo tiempo dar incentivos a todos aquellos que ya tienen las dos dosis.
Explicó que mediante ese nuevo documento, los ciudadanos que asistan a restaurantes, centros comerciales, entre otros, tendrán incentivos al momento de presentar el pasaporte COVID-19 y muestren que ya completaron su inmunización contra el coronavirus.
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Precisó que ya está en camino una ordenanza para la creación de un pasaporte de ese tipo, como ocurre en otras grandes ciudades del mundo. En declaraciones Canal N, explicó que la iniciativa será puesta en conocimiento del pleno del consejo regional para su evaluación y eventual aprobación.
“Tenemos que hacer un trabajo de la mano con nuestro consejo regional para emitir una ordenanza, en la cual se pueda aprobar un pasaporte COVID-19 que otorgue beneficios a los cusqueños″, indicó.
La autoridad regional mencionó que el objetivo final es lograr un mecanismo que permita trabajar y reactivar la economía con todo lo que ello implica, y darle los incentivos a la población para que acuda a vacunarse y demuestren que ha recibido las dos dosis.
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“Creemos que debemos tomar fuerza y liderazgo porque es necesario que las poblaciones mayores de 50, 40, 30 y 20 años que se vacunaron y empezarán a vacunarse, tengan las dos dosis. Al mismo tiempo buscamos que se reactive la economía”, agregó.
Benavente dijo también que si bien se ha avanzado con la primera dosis en Cusco, existe una brecha con la segunda que es necesario disminuir.
“Lo que tenemos que hacer es ir cerrando las brechas. Tenemos ciudadanos de 40, 50 y 60 años que todavía falta vacunar, hemos ido avanzando en más del 70 % con la primera dosis, pero el problema central es que para la segunda dosis las personas no han estado retornando”, afirmó.
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El funcionario dijo que ante ello se buscan estrategias que permitan avanzar en ese tema, como colocar puntos fijos donde recibir a toda la población mayor de 40, 50 y 60 años para que se termine de inmunizar.
Agregó que la estrategia ha considerado, por ahora, ir avanzando con la población de 30 años e ir ampliando grupos etarios “para que esto pueda ser una motivación en el sector que aún no ha recibido la segunda dosis”.
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