“Ya el terrorismo no es una amenaza para el Estado, y nos parece importante devolver el Estado de derecho a una región que durante 37 años estuvo en emergencia”, dijo el presidente Ollanta Humala el 30 de junio en Yanajanca (selva de Huánuco). El mandatario insistió en la idea de levantar el estado de emergencia en el Alto Huallaga, una zona golpeada durante décadas por el narcotráfico y el terrorismo. Precisamente, Yanajanca fue uno de los bastiones de Florindo Flores Hala, ‘Artemio’, el cabecilla de Sendero Luminoso en esta región, capturado en febrero del 2012. Apenas tres meses antes, en diciembre del 2011, el periodista Gustavo Gorriti lo entrevistó en un campamento escondido en la selva.
— Esa entrevista fue casi el epílogo de la era violenta en la zona. ‘Artemio’ reconoció que había perdido la guerra. ‘Artemio’ quería incorporarse plenamente a las directivas políticas de Abimael Guzmán, en la “solución de los problemas derivados de la guerra”, según sus propias palabras. Y se dedicó durante los últimos tiempos, incluso en los días previos a su captura, a hacer mítines. Él hacía ya un tiempo había dado la orden de no tener acciones ofensivas de ninguna naturaleza, sino puramente defensivas, y eso era básicamente eludir enfrentamientos. Él, además, desde el gobierno de Alejandro Toledo había intentado entrar en negociaciones de paz y había tenido conversaciones con altos funcionarios del Ministerio del Interior. Estaba claro: ‘Artemio’ había aceptado plenamente el diagnóstico de que la guerra había terminado, de que se había dado una “derrota estratégica”.
— ¿Cuándo comienza a terminar esta guerra? La captura de Guzmán fue el antes y después. A partir de ese momento hubo una suerte de degradación paulatina de lo que había sido militarmente el comité del Huallaga, el más peligroso de Sendero Luminoso en el país. Ese comité tuvo la capacidad de concentrar virtualmente un batallón, más de 400 combatientes bajo el mando de Héctor Aponte ‘Clay’, que en la llamada batalla de Uchiza [marzo de 1989] tomaron un cuartel y mataron policías. Ahora, cuando empezó la ofensiva policial que terminó con la captura de ‘Artemio’, el primer golpe significativo que recibieron fue la muerte de ‘Clay’, y luego la caída de Epifanio Espíritu ‘JL’, de Juan Laguna ‘Piero’ y de otros. La policía les iba dando golpe tras golpe, y eso iba minando la capacidad operativa y la capacidad de intimidación que tenía ‘Artemio’.
— ¿Estás de acuerdo con que se levante el estado de emergencia? ¿No será un exceso de triunfalismo?No lo es, y creo que se han demorado en levantar el estado de emergencia. Una vez que ‘Artemio’ fue capturado, básicamente quedó desbaratada su organización. A partir de ese momento ya no hubo mayor problema para la soberanía del Estado en virtualmente todo el Alto Huallaga.
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