Por: Marisol Grau
Somos acompaño en exclusiva a Juliane Koepcke, la única sobreviviente del accidente aéreo de Lansa (1971), en un recorrido por Panguana. Esta es una reserva privada en los bosques de Huanuco que ella misma lidera.
“A muchos les causa sorpresa que quiera tanto la selva a la que caí del cielo, un espacio tan vital como hostil”, revela la bióloga de 60 años. Esto llama la atención especialmente, tomando en cuenta que Panguana queda a solo 50 kilómetros del lugar donde el avión se estrelló.
[Vea aquí a la bióloga explicar algo más de su trabajo científico en la zona]
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La estación biológica fue fundada por los padres de Juliane en 1968. De ahí su afán y amor por la selva peruana. Actualmente, Koepcke protege unas 900 hectáreas de bosque. Incluso de la amenaza que representa la minería ilegal en la zona .
De hecho, dos veces al año ella organiza excursiones a Panguana, pues es un lugar que define como privilegiado para investigar. Solo en los dos kilómetros cuadrados originales de la reserva se han encontrado 500 especies de árboles y 600 vertebrados.
El lugar es considerado un 'hotspot' de biodiversidad a nivel mundial por la alta variedad de flora y fauna hallada en su ecosistema. Todo un paraíso natural.
Conozca más de los secretos de Panguana y los testimonios de la propia Juliane Koepcke hoy en la revista Somos.