Un total de 40 internos de los penales de Huacho, Lurigancho e Ica fueron trasladados hacia centros penitenciarios de máxima seguridad ubicados a más de 4.500 m.s.n.m. Así lo informó el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), quien detalló que esta medida se tomó a fin de combatir la delincuencia que se origina desde las prisiones.
El operativo se desarrolló este jueves a las 9 p.m. y participaron más de 50 agentes de seguridad penitenciaria. Además, las acciones se ejecutaron en coordinación con el ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Durante el operativo se separó de la población penal a integrantes de bandas criminales como los “Sanguinarios del Norte”, “Gran Casta”, “Nueva Generación” y “Raqueteros de Santa Rosa”.
El presidente del INPE, Carlos Vásquez Ganoza, indicó que en su gestión se han realizado 13 traslados. Asimismo, sostuvo que los internos que intenten vulnerar la seguridad dentro de los penales serán trasladados inmediatamente a penales de máxima seguridad como Cochamarca en Cerro de Pasco o Challapalca en Puno.
Del penal de Huacho fueron trasladados 7 internos, entre ellos Adolfo Celestino Gutiérrez, uno de los cabecillas de la banda “Los Sanguinarios del Norte”, responsable de 17 homicidios por ajuste de cuentas. También fue traslada Elena Candy Corzo Cañari, sentenciada por tráfico ilícito de drogas y quien sería la encargada del abastecimiento y distribución de drogas desde Pucallpa hacia Huaura y Huaral.
Por otro lado, del penal de Ica fueron trasladados 16 internos, entre ellos el cabecilla de la banda “Gran Casta”, Ronny Germán Echegaray Manzanilla, y Jimmy Alexander Ortiz Manzanilla. Ambos están involucrados en homicidios y tenencia ilícita de armas.
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Por último, 17 internos el penal de Lurigancho también fueron trasladados, entre ellos el ex infante de Marina, Marco Antonio Mantilla Hurtado, sentenciado por robo agravado y que operaba en los distritos de San Borja y Surco.
Durante el operativo se utilizaron tres unidades móviles del INPE y 6 camionetas de la PNP. El presidente de la institución monitoreó las acciones y dispuso las máximas medidas de seguridad. Los 40 internos fueron derivados a celdas unipersonales y bajo un régimen mucho más severo de control.
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