Cinco petroglifos de aproximadamente 3.500 años de antigüedad fueron hallados durante la ampliación del colegio emblemático Francisco Irazola y luego arrojados en las orillas del río Satipo, en Junín. El Ministerio de Cultura confirmó este atentado contra el patrimonio arqueológico y aseguró que paralizará la obra. Según versiones recogidas por El Comercio, los petroglifos fueron encontrados hace un mes por obreros del consorcio Terrazun, que ejecuta la obra, en un terreno de 30 mil metros cuadrados. El encargado de los trabajos, Renato Obregón, admitió que lanzaron las piedras al río porque creyeron que habían sido talladas por escolares y no repararon si tenían un valor histórico.Algunos vecinos se percataron del hallazgo y alertaron al municipio de Satipo. La comuna rescató y limpió dos petroglifos, mientras que los tres restantes siguen ocultos bajo tierra y lodo.
–Alistan sanciones–El jueves pasado, este Diario acompañó a representantes del Ministerio de Cultura a visitar el colegio Irazola y el río Satipo, donde fueron arrojadas las piedras. Se constató que en los petroglifos rescatados hay figuras alusivas al sol, la luna y el mono.Según Jorge Sulca, representante del sector Cultura, la constructora cometió varias irregularidades para no alertar a las autoridades sobre el hallazgo. “En la obra, se debió tramitar un plan de monitoreo arqueológico y un certificado de inexistencia de restos arqueológicos (CIRA)”, dijo el funcionario. El Ministerio de Cultura ha pedido la paralización de los trabajos y un informe sobre el tema a la Municipalidad de Satipo. Es preciso recordar que en Huanacaure, ubicada a 15 minutos de Satipo, está uno de los más grandes yacimientos de petroglifos del país. Muchos de ellos han sido dinamitados por huaqueros que creen que esconden tesoros.