ÓSCAR PAZ
El peligro es permanente para los 2.500 pobladores que viven en las riberas de los 42 kilómetros finales del río Moche. Hasta el momento solo se han atendido 12 de sus 32 sectores más vulnerables [38%] y si el caudal creciera arrasaría áreas de cultivo, viviendas y vías de comunicación.
El Programa Subsectorial de Irrigación (PSI) intervino en cuatro puntos críticos el año pasado y otros ocho están siendo atendidos desde enero con maquinaria y operarios del programa Mi Ciudad del Ministerio de Vivienda.
Algunos de los puntos ya intervenidos son el puente Moche, el sector cercano a la poza de oxidación de la curva del Sun, la bocatoma Santa Lucía y el puente Santa Rosa. Otros cuatro puntos están en la bocatoma del canal El Pedregal, en el Cerro Blanco y en Santo Domingo.
Las demás zonas vulnerables identificadas por la Autoridad Local del Agua (ALA) continúan colmatadas y el riesgo de desborde es alto.
LAS PÉRDIDAS
Margot Varas es una agricultora de Chanchamayo, en Santo Domingo, un sector que hasta ahora no ha sido atendido. El año pasado perdió una hectárea de su chacra por el desborde del afluente y en la misma situación se encuentran otros 15 campesinos del lugar.
Pero ni la limpieza del cauce podría asegurar que la capacidad destructora del río sea controlada si supera los 180 m3 por segundo. Hoy está por debajo de ese nivel, pero nada garantiza que en las próximas semanas la situación se mantenga.
Para el jefe de operación y mantenimiento de la Junta de Usuarios del Distrito de Riego Moche, César Luján, se necesita construir defensas ribereñas, pero el detalle es que son muy costosas: S/.1.800 por cada metro lineal y se estima que solo 10 de los últimos 42 kilómetros están enrocados.
Al respecto, Luján dijo que hay un proyecto en evaluación por S/.26 millones para enrocar 18 kilómetros.
El subgerente regional de Defensa Civil, Eduardo Moreno, reconoció que las labores en el río se iniciaron con retraso y que se corre el riesgo de que la crecida del afluente obligue a detener las labores.
Sobre el tema, en la Subgerencia de Defensa Civil de Trujillo se informó que ante la dificultad de continuar trabajando en el río, la maquinaría se trasladaría a las quebradas para seguir con las labores de prevención.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) indicó que a la fecha se han registrado lluvias de mediana intensidad en las zonas altas, pero aún no han propiciado que los caudales se incrementen.