Pese a que la Municipalidad Provincial de Chiclayo acordó en febrero pasado contar con el Ministerio de Vivienda para poner en práctica el Plan de Desarrollo Metropolitano de la ciudad, a la fecha este no se ha implementado.
Esta situación ha generado la preocupación de regidores y asociaciones civiles, pues la capital de la región Lambayeque continúa creciendo según un plan aprobado en 1992. Es decir, un documento ajeno a las necesidades actuales de la población.
Según Víctor Rojas, presidente de la Comisión de Urbanismo del concejo chiclayano, la colaboración con el citado ministerio ha sufrido retrasos por la burocracia que implica trabajar con el Gobierno Central.
“Sin embargo, también debo decir que ha habido deficiencias administrativas por parte de la municipalidad”, admitió a El Comercio.
NO ES EL PRIMER INTENTO
Que una ciudad carezca de un plan de desarrollo dificulta la prestación de servicios que recibe la población, tales como áreas verdes, serenazgo, limpieza pública, entre otros. Asimismo, limita industrias como la inmobiliaria y la pequeña empresa, pues no hay parámetros definidos para invertir.
Esta situación fue advertida durante la gestión del controvertido alcalde Roberto Torres, quien aprobó la creación de un plan urbano durante el 2010. No obstante, este proyecto tampoco se llegó a implementar.
Hever García, decano del Colegio de Arquitectos de Lambayeque, aseveró que urge contar con un plan integral y contemporáneo, que integre aportes de diversos especialistas.
“La comuna debería publicar el segundo plan [del 2010] y en paralelo trabajar con Vivienda en el otro documento final. Chiclayo sigue creciendo y, si no hay normas claras, tendremos un desorden imposible de revertir porque implicaría destruir lo avanzado”, opinó García.
Trascendió que la reactivación del plan sería discutida en la próxima sesión del concejo chiclayano.
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