“Aunque ha habido resistencia de la población, esta ha sido menor de la que esperábamos”, comenta un mando de la Policía Antidrogas en Caballococha. Esta localidad, capital del distrito de Ramón Castilla (Loreto), es el mayor foco del narcotráfico en el Trapecio Amazónico –donde se unen las fronteras del Perú, Colombia y Brasil–, y es uno de los nuevos ejes del narcotráfico en el país.
Según cifras de Naciones Unidas, este territorio tenía 250 hectáreas de hoja de coca en el 2001 y en el 2013 ascendieron a 5 mil hectáreas. En el 2014 se estima que subieron a seis mil.
Es por ello que en noviembre comenzó la erradicación de cultivos ilegales a cargo del Proyecto Especial de Control y Reducción de Cultivos Ilegales en el Alto Huallaga (Corah). “Hasta el sábado pasado se logró erradicar 2.300 hectáreas. Calculamos llegar a 3 mil a fin de año”, indica Alberto Otárola, presidente ejecutivo de la Comisión Nacional de para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida). Los últimos trabajos se ejecutan en el caserío de Cushillococha.
Según el jefe de la Dirección Nacional Antidrogas, general PNP Vicente Romero, los colombianos y brasileños que operan comprando y distribuyendo la droga cruzaron las fronteras de los países y huyeron ante la llegada de estos trabajos.
El presidente de la República, Ollanta Humala, señaló que con estos trabajos se ha superado el récord de erradicación de cultivos ilegales de coca, fijado en 30 mil hectáreas.
ZONA DE RIESGOEn una reunión llevada a cabo el 30 de setiembre en Iquitos, Humala y el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, acordaron proteger mutuamente la frontera. Tanto la región del Putumayo como Caballococha (en el lado peruano) y Leticia (en el lado colombiano) son rutas de tráfico de drogas e insumos químicos. “También abunda la violencia y el sicariato”, agrega el general PNP Romero.
Según explicó Otárola a los pobladores de Caballococha el último sábado, esta puede convertirse en un pueblo sostenible. El alcalde de la localidad, Julio Khan, comentó que “no está mal que erradiquen, pero necesitamos cultivos alternativos si queremos desarrollo”.