Los vecinos de Iquitos observaron con expectativa en el 2010 el inicio de las obras de mejoramiento e instalación del alcantarillado y de una planta de tratamiento de desagües. Pensaron que con ello los constantes aniegos y la contaminación iban a desaparecer. Se equivocaron.
Han transcurrido cinco años y la megaobra impulsada por el ex presidente regional de Loreto Yván Vásquez, que en teoría ya está terminada, no sirve para lo que fue hecha: tratar los desagües de Iquitos antes de llegar al río Nanay. ¿Qué hace que este proyecto ejecutado por China International Water & Electric Corp (CWE) –empresa del Gobierno Chino– no funcione?
El Comercio accedió a informes del Organismo Público Infraestructura para la Productividad (Opipp) del Gobierno Regional de Loreto sobre el estado de la obra. Los estudios concluyen que más del 82% de las redes de alcantarillado instaladas por CWE y las empresas que subcontrató tienen defectos. Eso hace que aguas servidas inunden la ciudad cada vez que llueve. Hay vecinos que han roto sus conexiones y taponearon sus inodoros para evitar que el desagüe retorne a sus casas cada vez que el sistema colapsa.
Los documentos revelan también que la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) funciona al 12% de su capacidad. Al no funcionar el sistema de cloración, las pocas aguas servidas que llegan a la planta se arrojan al Nanay con la misma cantidad de coliformes fecales con que ingresan.
Pese a esto, el lote 1 del proyecto (planta de tratamiento y 18 cámaras de bombeo de desagües) lo recibió a fines del 2014 la gestión de Vásquez, tras –se supone– levantar las observaciones. Por eso, CWE afirma ya no tener responsabilidad.
En papeles, la obra está lista para operar, pero en la práctica otra es la historia. Hay trabajos no ejecutados pese a estar previstos en el expediente técnico; otros se hicieron pero nunca se probó su funcionamiento; hay equipos electromecánicos instalados en la planta que quedaron inoperativos desde la inundación del 17 de abril del 2013, día en el que el Nanay cubrió casi toda la infraestructura. Solo algunos aparatos averiados aquel día se cambiaron. Pese a ese incidente y a todas las fallas reportadas, en los últimos días de la gestión de Vásquez se emitió sospechosamente un certificado de conformidad de la obra.
A esto se suma que inicialmente el proyecto iba a costar S/.421 mlls., pero se podrían terminar invirtiendo S/.748 mlls. Esto a raíz de adicionales de obra, modificaciones al expediente y otros montos que el Ministerio Público y la contraloría consideran ilegales. La situación le preocupa hasta al presidente Ollanta Humala, quien el último sábado ofreció mediar para hallar una solución.
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