Ayer se cumplieron 10 días de paro indefinido en Madre de Dios. Aunque en algún momento pareció que la medida podría levantarse para dar paso al diálogo entre los representantes de esta región y la Presidencia del Consejo de Ministros, la protesta se mantiene.
Ayer por la tarde, el primer ministro Pedro Cateriano reiteró el ofrecimiento de viajar a Madre de Dios una vez que se suspendan las medidas de fuerza. “Tenemos un compromiso asumido, les he manifestado a los dirigentes que cuando dejen de lado los métodos violentos no tendré inconveniente en viajar a Madre de Dios. Requerimos que depongan la huelga y las actitudes violentas”, dijo Cateriano.
Sin embargo, los promotores de la protesta acordaron no suspender el paro. Ante unas ocho mil personas reunidas en la Plaza de Armas de Puerto Maldonado, el gobernador regional Luis Otsuka dijo: “la decisión de continuar o no el paro la toma el pueblo”.
El coordinador de la Alianza de Federaciones, Vidal Salazar, indicó que había pedido a Cateriano que fijara la fecha en la que viajaría a esta región antes de suspender la protesta, pero que no había recibido una respuesta. “Por lo tanto, en una reunión que hemos tenido con los dirigentes de la Alianza de Federaciones hemos decidido que este paro continúa”, dijo.
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