Cerca de las 6 de la tarde del martes murió un tapir amazónico que había sido rescatado por un grupo de conservacionistas, tras ser maltratado durante un traslado realizado desde el lodge Reserva Amazónica de la cadena de hoteles Inkaterra, situado en Puerto Maldonado, en la provincia de Tambopata (Madre de Dios).
Fernando Rosemberg Fort, director del Centro de Rescate Taricaya, contó a El Comercio que, la noche del último jueves, trabajadores del zoológico Jaguar, ubicado en Puerto Maldonado, reportaron el ingreso en estado grave de este espécimen protegido por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES, por sus siglas en inglés).
Al día siguiente, luego de realizar las primeras investigaciones junto a Magali Salinas Bielich, fundadora de la ONG Amazon Shelter el animal de un año y 7 meses de edad había sido tenido en cautiverio en las instalaciones del referido hotel de Inkaterra.
“Nos hemos reunido con el gerente general de Inkaterra Asociación, José Purisaca, quien ha reconocido que se cometió un error en la tenencia de este espécimen. Aseguran que lo rescataron, pero no tienen autorización”, sostuvo Salinas.
El tapir -una hembra denominada Sammy- fue llevado el sábado al Centro de Rescate Taricaya, donde finalmente dejó de existir debido a la gravedad de sus heridas.
ANIMAL HABRÍA SIDO MALTRATADOSegún dijo a este Diario Raúl Bello, responsable técnico de este establecimiento de protección de fauna silvestre, el animal había sido atado y golpeado durante su traslado.
“Lo han trasladado sin criterio técnico ocasionándole graves heridas. Este es un animal de 120 kilos y requería seguir protocolos para movilizarlo”, expresó.En los últimos dos días, el tapir recibió atención especializada de un veterinario que llegó desde Lima, sin embargo no se pudo evitar su deceso.
El caso fue denunciado en la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Tambopata, la cual abrió una investigación para identificar e iniciar acciones penales contra los responsables.
TENENCIA PROHIBIDALa responsable de la Oficina de Conservación, Ecoturismo y Fauna Silvestre de la Dirección Regional Forestal y Fauna Silvestre de Madre de Dios, Roxana Cacique, manifestó que si bien el tapir no se encuentra en peligro de extinción, es una especie protegida y su tenencia está prohibida.
“Se ha confirmado que estuvo en cautiverio y que ha sido maltratada. Inkaterra no tiene ningún permiso para tener animales silvestres. La autopsia que se practicará permitirá determinar el grado de responsabilidad de este atentado contra la fauna protegida”, indicó.
El Comercio se comunicó con Ruth Kayner Torres, coordinadora de la Estación Biológica Casa ITA (Inka Terra Asociación) –ONG de Inkaterra que promueve un centro de investigación en la zona aledaña al lodge de Tambopata- para conocer el descargo de la empresa. Sin embargo, dijo que esta se pronunciará en los próximos días a través de un comunicado sobre el caso.