Paweł Kowalski (Łódź, Polonia, 1965) empezó a tocar el piano a los seis años. Luego siguió estudios en la Academia de Música Rheinland de Colonia, en la Fryderyk Chopin de Varsovia (de la cual se graduó con honores) y en la de Vancouver. Desde entonces, se ha presentado en más de 40 países de todo el mundo, incluyendo Latinoamérica. Este 11 de mayo, como parte de las celebraciones por el Mes de Europa, organizado por la Delegación de la Unión Europea en el Perú, regresará a Lima para dar un concierto en el auditorio del colegio Santa Úrsula. Entradas desde S/ 40.00, disponibles en Teleticket.
Al principio no estabas muy entusiasmado con la idea de ser pianista profesional. ¿Qué pasó después?Siempre me ha fascinado la música, aunque es cierto que al principio no me sentía necesariamente entusiasmado con la idea de practicarla. El cambio se dio durante mis estudios en Varsovia: en 1989 tuve un debut perfecto tocando el nuevo concierto para piano del compositor Witold Lutosławski. Es una pieza fabulosa que he tenido la oportunidad de tocar más de 30 veces; desde entonces, he interpretado un repertorio diverso, que va desde conciertos de Mozart y Chopin, a Rachmaninow, Scriabin, Ravel… Tengo la gran suerte de poder combinar mi profesión y mi pasión.
Además de ser un concertista experto, has participado también en numerosos concursos de piano como juez, ¿qué es lo que buscas en los músicos?Lo mismo que busco en mí. La combinación entre buena técnica y talento, que tenga sensibilidad, que logre transmitir el color de la música, que tenga un estilo interesante. Es como lo que sucede con los actores: uno puede recitar un texto con pasión y despertar tu interés, mientras que otro lo puede hacer de manera correcta, pero aburrida. Por supuesto, uno siempre prefiere al primero.
También tocas jazz. ¿Cómo es improvisar para un músico clásico?Sí, a veces toco jazz, improviso o toco música de cine —por ejemplo, las piezas de El bebé de Rosemary, del grandioso compositor de jazz polaco Krzysztof Komeda—, pero lo hago principalmente entre amigos, casi nunca en conciertos oficiales. Creo que la habilidad de improvisar es importantísima para cualquier músico; te enseña mucho sobre armonías y líneas melódicas. La mayoría de los grandes compositores del pasado, como Mozart o Chopin, eran famosos por su gran habilidad para la improvisación.
Además de este género, ¿te interesa algún otro de la música popular?Sí, me encanta el tango, los boleros, el vallenato… Creo que esta diversidad de intereses y gustos amplía bastante el horizonte musical y aporta muchísimo a la calidad de interpretaciones. Las mazurkas de Chopin, por ejemplo, se basan en tres diferentes danzas folclóricas polacas. Me interesan además muchas otras cosas, como los deportes, la literatura, el teatro… Aunque, desafortunadamente, pasar varias horas al día practicando piano hacen que el tiempo que le dedico a mis demás intereses no sea tan grande como quisiera.
Ya has tocado antes en nuestro país. ¿Qué te animó a venir?Bueno, he leído todos los libros de Mario Vargas Llosa, a quien considero un ídolo intelectual. Así que yo mismo provoqué mi primer concierto en Lima (2008) porque quería ver si el Miraflores real lucía como él lo describe en La tía Julia y el escribidor, o Barranco en Los cuadernos de don Rigoberto; aunque, por supuesto, Miraflores ha cambiado muchísimo desde la publicación de la novela. De alguna manera, vine al Perú inspirado por Vargas Llosa. En aquella ocasión di recitales de piano en la Casona de San Marcos, y las universidades de Lima y Garcilaso de la Vega.
Sus personajes han influido mucho en mi imaginación; personajes de ficción como don Rigoberto, Lucrecia, Lituma; pero también de la vida real, como el tío Lucho, cuya chaqueta fue despedazada por la multitud que recibió al presidente Bustamante cuando volvió de su exilio en El pez en el agua. En realidad, me fascina la historia y la cultura latinoamericanas, desde la época de la conquista y la colonia, hasta el día de hoy con la Copa Libertadores.
Cuéntanos un poco sobre el concierto que darás este 11 de mayo.Tocaré diferentes piezas de Chopin, lo cual me causa orgullo porque, además de ser el compositor nacional de Polonia, su música es reconocida inmediatamente, y es escuchada y amada por millones de personas alrededor del mundo, ya sea que uno piense en sus mazurkas, polonesas, preludios, nocturnos o conciertos para piano y orquesta. También tocaré la famosa sonata “Claro de luna” de Beethoven, y su “Oda a la alegría”, que es el himno oficial de la Unión Europea.
¿Qué significa para ti ser parte de la delegación de la Unión Europea (UE)?Creo que la UE es un fantástico proyecto político y social que promueve la paz, la cooperación, la estabilidad y la prosperidad en todo el continente. Deseo que continúe muchos años más. Me siento muy feliz de ser parte de las celebraciones por el Mes de Europa en Lima.