Entre enero y noviembre de este año, el Ministerio de Salud (Minsa) ha registrado 293 casos de muerte materna en el Perú; una estadística que mide la mortalidad de mujeres durante la gestación, el parto o el posparto. Con ello, se reportó un 20% menos de casos respecto al mismo período del 2015.
Según las cifras del Minsa, la región con el mayor número de casos es Lima (40). Le siguen Piura (30), La Libertad (25), Loreto (23) y Amazonas (19). Es decir, las regiones del norte y de la selva de nuestro país presentan una alta tasa de mortalidad materna.
Asimismo, del total de casos reportados en el Perú, el 57% se debió a una muerte directa (causas obstétricas, complicaciones durante el embarazo o el parto, etc.); el 35% tuvo un origen indirecto (otras patologías o suicidios); y el 8% fue incidental (muerte por accidentes de tránsito u homicidio).
—El caso Piura—
En los últimos años, Piura ha sido la segunda región con la mayor tasa de mortalidad materna del país; solo detrás de Lima. De los 30 casos reportados allí este año, 14 corresponden a madres jóvenes –de entre 18 y 29 años– y 16 eran adultas mayores de 30 años.
“Si bien hemos disminuido el número de muertes [en comparación con el 2015], no es lo ideal. Para el próximo año, queremos bajar el número de casos a 24”, dijo Edward Pozo, jefe de Epidemiología de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Piura, a El Comercio.
Según las estadísticas del sector, la mayoría de gestantes murió en hospitales de las ciudades de Piura y Sullana, donde fueron referidas por complicaciones durante el embarazo. Esto respondería a que, en los 406 establecimientos del Minsa en la región, existe un notorio déficit de recursos humanos y logísticos.
Para el médico y congresista por el Frente Amplio Hernando Cevallos, el sistema de salud de Piura “ha colapsado”, desde la posta más pequeña hasta el establecimiento más grande. “El hospital regional no tiene camas, está saturado. Y los otros hospitales de nivel II [adonde son referidas las gestantes] no tienen camas ni especialistas”, comentó.
—Monitoreo rural—
Piura también evidencia una problemática que se refleja en el resto del país: la concurrencia de las madres gestantes que viven en zonas rurales a parteras, debido a la ausencia de centros de salud adecuados. En la región norteña, esto se tradujo en la siguiente estadística: de las 30 víctimas reportadas el 2016, ocho fallecieron en el embarazo, dos durante el parto y 20 perdieron la vida durante el puerperio (período después de dar a luz).
José Luis Calle, subgerente de Desarrollo Social del Gobierno Regional de Piura, explicó que dichas cifras también demuestran la “urgente necesidad que tienen las gestantes” de seguir los controles necesarios con médicos profesionales y no con parteras locales.Calle añadió que en la provincia de Huancabamba, ubicada en la sierra piurana, se viene trabajando articuladamente con las autoridades locales y con los promotores comunitarios de la salud para un monitoreo de las mujeres embarazadas. El objetivo: mantenerlas en contacto con los centros de salud.
“Los municipios están construyendo centros de espera en las capitales para las gestantes que viven en zonas más alejadas”, agregó el funcionario regional. Como resultado, Huancabamba no registró este año ninguna víctima mortal por maternidad; a diferencia del 2015, cuando se reportaron cinco casos de madres fallecidas. 
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Puntos de vista: Óscar Ugarte, ex ministro de Salud
Se requiere una mayor oferta de salud pública
En el Perú, la principal causa de muerte materna siguen siendo las hemorragias. Esto significa que durante el parto hubo una complicación y no se tuvo la logística suficiente para resolver el sangrado con una intervención quirúrgica.Entonces, tenemos que mirar el origen de esa inadecuada respuesta médica: la ausencia de la infraestructura y el equipamiento requerido. Es evidente que, para atender esta problemática materna, se requiere una mayor oferta de salud pública y especializada.
Si bien la cifra de fallecimientos alcanzada este año (293) es mucho menor a la registrada en los últimos años –cuando llegó hasta las 626 muertes maternas al año–, lo ideal es mantener esa tendencia a la baja con una mejor respuesta desde el Minsa.No se debe perder de vista que las regiones del norte –como Piura y La Libertad– y de la selva –como Loreto y Amazonas– mantienen una elevada tasa de casos mortales, lo cual es producto de una insuficiente red hospitalaria.
Es decir, las mujeres no tienen dónde hacer sus controles durante la gestación, dónde atenderse ni dónde monitorear el posparto. Esto se recrudece en las zonas de la Amazonía, ya que las distancias se convierten en un factor de riesgo para las embarazadas.
Por ello, el sector Salud debe apostar por estrategias que superen los obstáculos logísticos y geográficos. Sobre todo, en la zonas rurales. Es importante que se tenga previsto el acceso a casas de maternidad cerca de las localidades más alejadas, donde se les ofrezca a las gestantes la posibilidad de acudir 10 días antes de un parto programado para evitar complicaciones.