Seis meses tenía separado de su esposa. Ella estaba en Lima desde diciembre. Él, en Venezuela, haciéndole frente a la crisis. Hasta que el 5 de junio de 2019, Jean Manzano salió a su encuentro. Partió en autobús desde Caracas y cuando se disponía a tomar la siguiente unidad que lo llevaría a Rumichaca (Colombia) se enteró de que el Gobierno de Perú exigiría visa a los venezolanos, a partir del 15 de junio. Desde entonces, el tiempo se puso en su contra.
► Migración venezolana al Perú se redujo en más del 90% en julio
Llegó a Lima el 10 de junio, cinco días antes de que entrara en vigencia la medida. Ya no calificaba para optar el Permiso Temporal de Permanencia (PTP), pero sí para hacer la solicitud de refugio, como vía para regularizar su situación migratoria. Ingresó a la web del Ministerio de Relaciones Exteriores para sacar una cita. Sin embargo, la fecha que le arrojó el sistema lo consternó. Tanto, que la leyó dos veces. No había error. Lo estaban citando para el 15 de mayo de 2020.“Sabía que tendríamos que esperar, pero nunca me imaginé que sería hasta el 2020”, afirma Jean Manzano, un periodista de 38 años. “¿Qué vamos a hacer en ese tiempo? Es lo que me pregunto una y otra vez. Sentimos mucha incertidumbre. Somos turistas sin querer serlo. Sé que otros se acostumbran a esa situación de ilegalidad, pero yo no me veo en esas. Y aunque uno quiera formalizar su situación, no hay manera de hacerlo siendo venezolanos”, acota.La situación de Jean la están viviendo otros venezolanos. Erika Rodríguez llegó a Lima el 14 de mayo de 2019 para reencontrarse con su mamá y su hermano de 5 años. En Tumbes le dieron una carta de solicitud de refugio, pero le dijeron que debía formalizarla al llegar a la capital. Solicitó la cita por internet y se la dieron para noviembre de este año. Seis meses después de su llegada al país. En las oficinas del Ministerio de Relaciones Exteriores le dijeron que reprogramarían las citas. Pero, hasta ahora, no ha recibido ninguna notificación.
“Yo pensé que sería más rápido”, comenta. “A mi primo le dieron su carnet de solicitante de refugiado a los 8 días y creí que sería igual. Ahora no sé qué voy a hacer hasta noviembre. Me preocupa estar en la calle y que me pidan papeles. Sé que me pueden dar una carta para solicitar trabajo mientras tanto, pero también me advirtieron que pocos empleadores la aceptan. Así que me tocó trabajar informal, pues lo único que tengo es la cédula (DNI)“.Jean tanteo algunas solicitudes de empleo. Pero en todas le pedían carnet de extranjería o PTP. También acudió a dos agencias bancarias para ver si podía abrir una cuenta con pasaporte. La respuesta fue negativa. “Estamos en un limbo. Ya nos estamos planteado otros escenarios, porque estar sin posibilidad de formalizarnos en Perú no es lo que queremos”.
Síguenos en Twitter como @PeruECpe