Mey Ling Chiong PalaciosKatia Dantas es directora general para América Latina y el Caribe del Centro Internacional para Niños Desaparecidos y Explotados (Icmec, por sus siglas en inglés). Desde el 2011, trabaja en la promoción de políticas y en la asesoría a países de la región en temas relacionados con la desaparición, abuso y explotación de menores.
— ¿Cómo se acercan a los países de la región?El Icmec es una organización sin fines de lucro que trabaja globalmente para proteger a los niños ante desapariciones, secuestros, explotación sexual y abuso sexual, a través de legislación, entrenamiento y colaboraciones. Nosotros hacemos estudios sobre el estado de ciertos temas. El problema en los casos de desaparecidos es que no existe un instrumento internacional que guíe y establezca mejores prácticas de respuesta. A diferencia de la explotación sexual de niños, que cuenta con varios instrumentos internacionales y marcos legales para acciones, no tenemos eso con las desapariciones.
—Entonces si el país no tiene una legislación específica, no intervienen...Nunca empezaremos una alianza con un país sin revisar su situación. Así que con respecto a cómo nos acercamos, si es el país el que nos solicita apoyo con fondos incluidos o si es otro donante dándonos los fondos para hacer el trabajo, siempre empezaremos con un asesoramiento sobre dónde se ubica el país en términos de desaparición. Lo que hacemos es ir al país si hay un fondo disponible o tratamos de proveer asistencia técnica a distancia para intentar guiarlo sobre cómo usar sus propios recursos lo mejor posible para tener una adecuada respuesta. Tristemente, como dije, vas a ver muy pocos países, regionalmente hablando, con un departamento especializado en desapariciones, lo que no significa que pensemos que todos los países tienen que tener un cuerpo especializado.
—En enero firmaron un acuerdo con el Ministerio del Interior de Ecuador para impulsar la Alerta Amber, un sistema de notificación inmediata de desapariciones que también se trata de implementar en el Perú. ¿Cómo fue el proceso?La Alerta Amber es una herramienta fantástica. Es definitivamente un instrumento que te salva la vida, que va a prevenir al niño de ser asesinado o de ser removido de su área hacia otro estado u otro país. El Gobierno de Ecuador no tenía la legislación, pero tenía mucho trabajo ya hecho. Cuando tienes un caso de Amber o quieres trabajar un caso crítico el tiempo es lo más importante. Estaban en un nivel avanzado en términos de las unidades que habían creado y algunos otros protocolos que habían establecido. Estamos también trabajando con Colombia y República Dominicana para iniciar alertas similares, y con Guatemala para proveer asistencia técnica.—¿Alguna vez han tenido contacto con el Perú?Hemos sido contactados por algunos homólogos locales que han estado interesados en implementar la Alerta Amber, pero tenemos pendiente la oportunidad de discutir más a fondo el nivel de la colaboración porque, como dije, dependemos de los fondos. El Perú no estaba en nuestros planes por este año, pero tenemos interés en trabajar con su país y estaríamos más que felices de coordinar con alguna organización para mejorar la respuesta en el tema de desaparición de niños.
-¿Cómo se financian?La mayoría de ingresos proviene de donaciones del sector privado. Nosotros no recibimos fondos directamente de los gobiernos. En el caso de Ecuador, obtuvimos los fondos de Unicef Lacro. El proyecto que estamos implementando ahora en República Dominicana viene de Motorola Solutions Foundation. —En el Perú, así como Ecuador, la mayoría de niños desaparece por problemas familiares. ¿Qué otros actores deben intervenir para prevenir esta situación? En Ecuador hemos estado trabajando con la Defensoría del Pueblo en el tema de prevención. Les hemos dicho que trabajen con organizaciones de la sociedad civil así como también con organizaciones de protección social. Hemos trabajado con muchos países donde teníamos abogados de niños presentes durante la investigación para asistir a la familia. Es importante que al lidiar en un primer momento con la familia el policía la mantenga lo suficientemente calmada para obtener esa información. Y también es importante para toda la investigación que alguien diferente a un policía pueda intervenir a la familia porque mucha gente teme hablar con los agentes.