Los chilenos recibieron el Año Nuevo protestando. Miles de personas despidieron el 2019 reunidas en la plaza Italia, lugar que se ha convertido en el simbólico punto de encuentro del movimiento ciudadano que desde hace más de dos meses se manifiesta en las calles del país vecino.
El 18 de octubre, el alza del precio del sistema público de transporte hizo estallar una ola de protestas masivas que hoy reclama cambios en el modelo económico y la renuncia del presidente Sebastián Piñera.
¿Podría repetirse esta situación en el Perú en el 2020? El 43% de peruanos lo ve poco probable, mientras que el 7% lo considera improbable, según la última encuesta de Ipsos para El Comercio. Sin embargo, hay un 32% que lo ve probable y un 13% muy probable.
“Si la pregunta es para el 2020, también me parece poco probable. Los dos años electorales que vienen sirven como válvula de escape. Pero eso no implica que de acá a dos, tres o cuatro años sí pueda estallar, si no se canalizan algunos caldos de cultivo”, dice el analista político José Carlos Requena.
El 34% de peruanos cree que el estallido social no ha ocurrido aún porque la población no está organizada, y el 26% porque la gente no espera nada del Estado. En cambio, solo el 10% opina que lo que ha evitado las protestas ha sido que la situación económica es estable, el 8% que no hay razones para protestar y el 6% que el país está progresando.
“Objetivamente, la situación del país ahora es, en términos materiales, mejor que hace 20 años. Pero eso no implica que no haya niveles de insatisfacción”, explica Requena. Para él, el evento que más ha servido para apaciguar esa tensión ha sido el cierre del Congreso, que llevó la aprobación al presidente a 79% en la medición inmediatamente posterior a su decisión del 30 de setiembre.
Recién luego, dice, colocaría el desempeño del equipo de fiscales del Caso Lava Jato. Según Ipsos, los avances en la lucha contra la corrupción aparecen como la tercera razón por la que la situación de Chile no se ha repetido en el Perú, con 21%.
Requena recuerda que sí hay focos de descontento social. “¿Qué pasa, por ejemplo, si los miles de estudiantes de universidades denegadas no encuentran una alternativa satisfactoria?”, se pregunta.
–Saldo–
Las protestas en Chile se han desarrollado en medio de quema de locales, saqueos y represión violenta de las fuerzas del orden. Aunque muchas de las concentraciones han sido pacíficas, el saldo después de casi dos meses y medio han sido 29 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.