Según el documento presentado ayer por el programa “Panorama”, la facción de Sendero Luminoso que opera en la zona del valle de los ríos Apúrimac, Ene y Mantaro (Vraem), encabezada por los hermanos Raúl y José Quispe Palomino, habría cambiado de estrategia.
El grupo narcoterrorista estaría planteando un cambio de objetivos, apuntando a asesinatos selectivos y el derribamiento de torres eléctricas, tal como sucedió en la década de los ochenta.
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Dos analistas en temas de narcotráfico y terrorismo, aludidos en el documento, pues serían potencialmente eliminados por el grupo terrorista, realizaron un análisis de la situación en el Vraem.
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PUEDE MATERIALIZARSEPedro Yaranga señaló que Sendero Luminoso tiene las posibilidades materiales para concretar aquello que se propone en el manual del “combatiente del heroico y militarizado Partido Comunista del Perú”, presentado ayer en “Panorama”.
“Ellos están preparados para materializarlo. No creo que en la capital, pero sí en otras zonas [...]. Por ejemplo, Huancayo, Huanta [en Ayacucho], Satipo, así otras ciudades donde ellos tienen, además, colaboradores”, precisó Yaranga.
Descartó que la relación sea con el Movadef, ya que en la mira también estarían los abogados de Abimael Guzmán, de acuerdo al documento.
El experto detalló que la organización terrorista cobra cupos y realiza ajusticiamientos en zonas aledañas. “Mazángaro es la zona que controlan, en la margen izquierda del río Mantaro, en el distrito de Pangoa, ubicado en la provincia de Satipo. Esa es la única zona que controlan en cuanto a la cuenca del río Ene, porque en realidad la zona cocalera es el valle del río Apurímac”, precisó.
CORTINA SENDERISTAPor su parte, el sociólogo Jaime Antezana indicó que este documento habría sido escrito con la intención de poner algunos temas en la agenda, distrayendo la atención de los medios de prensa sobre el narcotráfico, apelando al inconsciente colectivo, recurriendo a elementos que recuerdan un episodio de la historia aún susceptible en la población.
“Este documento pretende colocar el tema del terrorismo en la escena pública de la política nacional y ocultar los asuntos tales como los de López Meneses y Orellana. Porque hablar de torres de alta tensión y asesinatos selectivos es poner componentes que llaman las primeras planas y la gente va a creer que se trata del terrorismo y no del narcotráfico”, señaló Antezana.
En cuanto a la política local en Ayacucho, el analista indicó que, al hablar de asesinatos selectivos, se estaría creando el escenario perfecto para que atenten contra los periodistas que han luchado contra la corrupción. “Si alguien mata a un periodista que ha jugado en contra de los presuntos casos de corrupción de [Wilfredo] Oscorima, todos dirán que fue a manos de los terroristas del Vraem”, dijo.
El analista sostiene que esta organización no realizaría asesinatos selectivos, como promete el texto, sino ajustes de cuentas a quienes obstaculicen el desarrollo de su actividad económica: el narcotráfico. “Ya no es la agrupación de antes: es una firma del narcotráfico, ellos son narcotraficantes. Tampoco creo que vuelen torres de alta tensión”.