Han pasado tres meses y medio desde que el Gobierno Peruano solicitó a la justicia de Estados Unidos el arresto provisorio con fines de extradición del ex presidente Alejandro Toledo. Sin embargo, el requerimiento no ha pasado ni siquiera la primera etapa administrativa ante las autoridades estadounidenses.Ninguna autoridad peruana ha sabido explicar de manera clara por qué la demora. Lo único cierto es que Alejandro Toledo, a quien se acusa de haber recibido US$20 millones en coimas de la empresa Odebrecht, se pasea por EE.UU. sin ninguna restricción.Pero la lentitud del trámite para la detención sería el menor de los problemas para el Perú. Y es que, según advirtieron fuentes judiciales y fiscales, una vez que la segunda solicitud provisional de detención con fines de extradición –por el Caso Ecoteva– sea enviada a EE.UU., se podría generar un conflicto jurídico y las autoridades estadounidenses podrían rechazar de plano ambos pedidos. ¿La razón? Según las mismas fuentes, la justicia de EE.UU. podría interpretar que Alejandro Toledo viene siendo juzgado en dos instancias penales por el mismo hecho delictivo: recibir y ocultar las coimas de la empresa Odebrecht.Como se recordará, el primer requerimiento fue enviado a EE.UU. el pasado 10 de febrero, tras un dictamen del juez Richard Concepción. El pedido fue hecho por el fiscal Hamilton Castro, quien fundamentó los presuntos delitos de lavado de activos y tráfico de influencias en las coimas que habría recibido Toledo de la constructora brasileña.La segunda solicitud que el juez Abel Concha, del Juzgado Penal de Lima 16, debe enviar en los próximos días también es por el presunto delito de lavado de activos. En este caso, la fundamentación fue realizada por la fiscal Manuela Villar, quien ha relegado su teoría de las ocho fuentes de dinero ilícito para respaldarse en las coimas que Alejandro Toledo habría recibido de Odebrecht.Las fuentes del Poder Judicial y del Ministerio Público cercanas al proceso consideraron que la presentación de dos requerimientos terminaría siendo contraproducente para el Perú.
—Coincidencias—Al respecto, el abogado César Nakazaki, quien participó en el caso de extradición de Manuel Burga hacia Estados Unidos, consideró un “peligro” que se presente la segunda solicitud.“Es un peligro porque a la justicia de EE.UU. habrá que explicarle muy bien la diferencia. Acá se llama identidad de hecho y hechos conexos. La parte de la relación de Alejandro Toledo con los empresarios brasileños, eso no es tema Ecoteva”, opinó. Para la ex procuradora supranacional Delia Muñoz, la preocupación radica en que EE.UU. no acepte la diferenciación porque sus cánones jurídicos son muy “especiales”.“Si no unifican los casos, se va a caer en un punto que los norteamericanos no te aceptan, que es el ne bis in ídem; es decir que Alejandro Toledo no puede ser procesado por lo mismo dos veces”, dijo.
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