La semana pasada desde Arequipa, el presidente Martín Vizcarra le exigió autocrítica al Ministerio Público. “El Poder Judicial solito de manera autocrítica se declaró en emergencia, incluso renunció su titular Duberlí Rodríguez. ¿Y el Ministerio Público? Bien gracias” fue la frase lanzada por el mandatario, muy a tono con su nuevo estilo de expresarse.
Muchas interpretaciones podrían darse a este reclamo: una condena por la clara interferencia de poderes, o respetar el legítimo derecho del mandatario de lanzar esta crítica a la institución que encabeza Pedro Chávarry.
Entendiendo que el presidente tiene motivos para hacer este reclamo público, los ciudadanos también podemos pedirle que haga su propia autocrítica. Le damos algunas ideas:
En el verano del 2017, el fenómeno de El Niño costero causó severos estragos en el norte del Perú, especialmente en las ciudades de Piura y Tumbes. Solo por poner un ejemplo, en Piura hay en total cinco mil damnificados que aún viven en dos albergues, según información del periodista de este Diario Ralph Zapata.
Si hablamos de la reconstrucción, la contraloría ha detectado 176 situaciones de riesgo en los diez meses de trabajos, según “Perú 21”. Y por si fuera poco, luego de las obras realizadas, solo se puede controlar dos mil metros cúbicos de caudal del río. En el 2017, Piura se inundó con tres mil metros cúbicos. Tragedia a la vista.
Y hablando de prevención... ¿Algo qué decir de los 600 peruanos muertos de frío en Puno? Todos los años tenemos que lamentar lo mismo, y nuestras autoridades se conforman con encabezar bien publicitadas campañas para abrigar a nuestros compatriotas de las alturas.
¿Cómo vamos con la economía y reactivación? La economía peruana creció 1,98% en junio, su menor ritmo en seis meses y muy por debajo de las expectativas. ¿Mea culpa?, ¿factores externos?, ¿algún comentario, presidente?, ¿aló, ministro de Economía?
Tampoco hemos escuchado ninguna autocrítica respecto a las circunstancias que lo llevaron a la presidencia. ¿Ya nos olvidamos que PPK tuvo serios conflictos de intereses cuando, siendo primer ministro y ministro de Economía del gobierno de Alejandro Toledo, su empresa Westfield asesoraba a Odebrecht mientras esta contrataba con el Estado Peruano? Además, la renuncia se precipitó cuando vimos cómo se ofrecían prebendas a cambio de votos contra la vacancia de Kuczynski.
Presidente, llame a las cosas por su nombre. En su discurso de asunción al cargo el 23 de marzo y en su mensaje del 28 de julio, se refirió a este espinoso asunto como una “situación de inestabilidad y zozobra” (marzo). “Asumí la presidencia en el marco de una grave crisis política e institucional. Las denuncias por corrupción y el enfrentamiento político habían dado lugar a una situación insostenible (julio)”.
No, señor Vizcarra, la transición democrática se dio sin sobresaltos, y no hubo “denuncias por corrupción”; hubo un gran escándalo de corrupción que salpicó al ex presidente y terminó por involucrar a uno de sus ministros. ¿Ya no se acuerda de cómo es la nuez?
Hace bien, señor presidente, en darle un nuevo tono al ejercicio de su presidencia, pero no se olvide del propio examen de conciencia.