Las primeras palabras del nuevo presidente del Congreso, Francisco Sagasti, fueron en homenaje a los estudiantes Inti Sotelo y Bryan Pintado. “No podemos volverlos a la vida, pero sí podemos, desde el Congreso, desde el Ejecutivo, tomar las acciones para que esto no vuelva a suceder”, señaló.
Sagasti dio un discurso sentido luego de asumir el cargo, como hace exactamente 20 años lo hizo Valentín Paniagua, para dirigir la transición con el respaldo de 97 congresistas y la oposición de 26. “Haremos todo lo posible para devolver la confianza a la ciudadanía. Soy un convencido de que solo podemos salir adelante trabajando juntos, colaborando”, señaló Sagasti.
A ello, agregó “lo que vemos en la calle es esa indignación que debemos reconocer, aceptar y encauzar por caminos pacíficos”. En la fórmula lo acompañan Mirtha Vásquez (Frente Amplio), Luis Roel (Acción Popular) y Matilde Fernández (Somos Perú), quien juró en quechua.
El primer gesto público que tuvo fue visitar a los heridos durante las protestas que permanecen en el Hospital Loayza junto a los integrantes de su Mesa Directiva. “Ha tenido dos gestos importantes: ha dicho que se va a hacer una investigación sobre los jóvenes que han fallecido, y está preocupado por los desaparecidos. Eso es un giro de 180 grados [respecto a la gestión de Manuel Merino]”, señala Rocío Silva Santisteban, vocera del Frente Amplio.
“Vamos a ver si con la elección de Francisco [Sagasti] se para la violencia. Pero si esto continúa es porque el pueblo no quiere a ninguno”, dice Aron Espinoza, vocero de Podemos Perú, una de las bancadas que votó por él pero se muestra escéptica.
La esperanza en el Congreso es que su elección marque un hito para empezar a solucionar la crisis social y política que ha vivido el país en los últimos días. En su mensaje, Sagasti resaltó que la vocación de servicio inspirada por los jóvenes marcará su gestión.
Hoy jurará como presidente interino de la República hasta el 28 de julio del 2021. En declaraciones a Canal N, afirmó que ha renunciado a su precandidatura a la vicepresidencia con el Partido Morado. Mirtha Vásquez quedará como presidenta encargada del Parlamento.
Domingo: Negociación, unidad y fracaso
El camino hacia su elección ha sido empedrado. El primer episodio fue la frustrada lista encabezada por Rocío Silva Santisteban (Frente Amplio), y con Sagasti en la primera vicepresidencia. El domingo por la mañana, luego de que Luis Valdez (APP), entonces presidente encargado del Congreso, anunciara que las bancadas habían acordado pedirle la renuncia a la presidencia a Manuel Merino, la Junta de Portavoces continuó.
En esa reunión se formó un bloque compuesto por José Luna (Podemos Perú), Ricardo Burga (Acción Popular) y José Vega (UPP) que se opuso con epítetos altisonantes a que la lista de consenso sea presidida por el Partido Morado. Señalaban que los morados no tenían la suficiente representatividad de votos para hacerlo y que representaban el retorno de Vizcarra al poder.
“Tanto a Carmen [Omonte] como a [María] Cristina [Retamozo], no las han insultado, pero les han hablado fuera de tono. Las han amenazado: ‘nosotros tenemos los votos, y sino nos quitamos y las dejamos sin nada’. Esas cosas no se hacen”, confirma César Combina, nuevo portavoz de Alianza para el Progreso. Dos fuentes de diferentes partidos señalaron que Burga hizo comentarios desmedidos como “a ti no te creo nada porque representas grandes intereses”, y “sobre mi cadáver" van a elegir a un candidato del Partido Morado.
Julio Guzmán le había propuesto a Gino Costa ser el candidato a la presidencia, pero esa iniciativa no obtuvo consenso, aunque circuló en redes con mucho aspaviento. La propuesta más sólida –como lo transmitieron en sus comunicados del domingo– fue que Sagasti encabece la fórmula, aunque encontró resistencia en la reunión.
Las aguas se calmaron cuando se propuso que Silva Santisteban encabezara la lista, y Sagasti quedaría en la primera vicepresidencia, y con ello en la presidencia del Congreso. El bloque de voceros de PP, UPP y AP aceptó la fórmula.
El espíritu hasta ese momento era conformar una sola lista que pueda contar con el apoyo de todas las bancadas, y la mayoría consideraba que la fórmula tenía que ser integrada por congresistas que habían votado en contra de la vacancia a Vizcarra. El Frepap se mostró colaborador, aunque no zanjó una posición, señalan las fuentes.
Pero el bloque de AP, PP y UPP insistía que los demás también podían participar, y propusieron reiteradas veces a María Teresa Cabrera (PP), Yessica Apaza (UPP) e incluso a Otto Guibovich (AP) como cabeza de fórmula. Finalmente, Apaza fue incluida en la lista encabezada por Silva Santisteban.
Pero a las 5 de la tarde, en la Junta de Portavoces, Gino Costa –que no había participado en las reuniones de la mañana– les mostró su disconformidad, pues consideraba que la bancada que debía liderar el proceso de transición era el Partido Morado. Ellos eran los únicos que se habían opuesto en bloque a la vacancia; mientras la mayoría de los congresistas del Frente Amplio habían votado a favor. En el FA, sintieron que estaban petardeando el consenso.
El planteamiento de los morados era que se invirtiera el orden: Sagasti a la presidencia y Silva Santisteban a la primera vicepresidencia. La propuesta generó inmediato malestar, pues desde el sábado que se había producido las primeras conversaciones entre los morados y el Frente Amplio, Sagasti había cambiado de opinión tres veces sobre quién de los dos debía ir primero y quién segundo.
Como no se llegaba a un acuerdo, un congresista de la bancada izquierdista soltó la idea de que si el Frente Amplio tenía la presidencia de la República, el Partido Morado asumiera no solo la presidencia del Congreso, sino también la presidencia del Consejo de Ministros. Costa consultó si esa propuesta era seria –pues era más importante conformar un Gabinete que presidir un Parlamento en el que eran minoría–, pero no hubo una definición clara. “Eso lo conversamos”, le dijeron.
La negociación no prosperó porque se realizó en la Junta de Portavoces; ese no era un escenario propicio, pues era muy fácil que el bloque opositor trabe la concertación. Sagasti retiró su firma, aunque luego volvió para mantener el acuerdo.
A partir de allí, los posibles aliados se desanimaron de apoyar la lista. Podemos Perú decidió no otorgarle el voto porque consideraban que los morados estaban pateando el tablero. Y APP se dividió porque algunos consideraban que la lista no debía ser integrada por una congresista que había votado a favor de la vacancia, Yessica Apaza (UPP), porque la legisladora de izquierda no les daba muchas garantías en la presidencia, y por la actitud del PM.
Más temprano, APP había lanzado un tuit en el que señalaban que apoyarían la lista integrada por Sagasti y Silva Santisteban. Combina explica que eso se debió a un entusiasmo inicial excesivo, pero que las razones descritas en el párrafo previo pesaron más. Acordaron votar por conciencia, y no en bloque.
Ya en el pleno, la lista de Silva Santisteban solo consiguió 42 adhesiones, y se tuvo que convocar a una segunda jornada.
Lunes: División y éxito
Ayer por la mañana circularon varios rumores de listas que no eran reales. La única lista inscrita era la que se había presentado el domingo por la noche, integrada únicamente por el Partido Morado. No la habían presentado con la intención de que sea definitiva, sino para meter presión y declar en claro que querían insistir con Sagasti a la presidencia. “Si nos querían agarrar de los lornas de la clase, no lo éramos”, dijo una fuente.
Pero se barajaron otras opciones. Aron Espinoza señala que los asesores de Zenaida Solís (PM) le señalaron que ella encabezaría una lista conformada por Vásquez, Roel y Fernández, los que luego acompañarían a Sagasti. Esa conformación no prosperó.
La Junta de Portavoces, convocada para ayer a las 10 de la mañana, dio pie a varias conversaciones que se desarrollaron en paralelo en varios ambientes del Congreso. Fuentes presentes en esos ambientes señalaron que en ningún momento hubo una reunión entre todas las fuerzas políticas. Cada una buscó negociar por separado, y de allí salió la idea que no habría lista de consenso, y más bien se presentarían listas que competirían.
Allí también definieron la lista que finalmente fue elegida. En el Frente Amplio, se optó por reemplazar a Silva Santisteban por Vásquez, pues la segunda tiene mayor conocimiento legal que la primera. En tanto, Roel (Acción Popular) les aseguró que tenía diez votos de su bancada, luego de ganarse a un sector del partido tras las disputas internas.
APP tuvo un papel destacado para forjar el bloque que aprobó la lista de Sagasti, pese a que no iba a integrar la lista. Fernando Meléndez, Carmen Omonte y César Combina participaron activamente en favor del consenso en el segundo día.
La cancha se inclinó a favor de Sagasti gracias al Frepap, que en la primera votación no había adelantado una posición. “Consideramos necesario votar a favor en vista de la ausencia de poder existente y con el fin de garantizar la gobernabilidad democrática, pese a nuestras diferencias ideológicas”, indicó María Cristina Retamozo, vocera alterna. “Era la primera vez que llegaban con el voto decidido antes del debate”, señala una fuente.
Frepap y APP llegaron al Congreso con la decisión de sumarse a la lista de Sagasti antes de tener la conformación final. En el interín, APP propuso que la presidencia del Congreso recaiga en Luis Roel, pero el PM defendió que Vásquez debía permanecer en ese puesto.
Sagasti generaba más consensos que Silva Santisteban, por los temores –fundados o no– que generaba en la mayoría de congresistas un gobierno liderado por una izquierdista. Consideraban que Sagasti podía convocar a un gabinete más heterogéneo que Silva Santisteban, y a la vez el Frente Amplio no les daba certezas a las bancadas de APP, Fuerza Popular y AP sobre el perfil de los ministros que convocarían. Los grupos parlamentarios fueron más exigentes en este punto con el Frente Amplio que con el Partido Morado.
Dos factores fueron decisivos para lograr la votación a favor de Sagasti: la incapacidad de la coalición vacadora de presentar una lista, y la presión pública, pues el tiempo apremiaba y en el Congreso sentían que no iba a ser sostenible rechazar una lista por segunda vez.
“Cuenta con el respaldo de la bancada para reconciliar al país, para garantizar una transición, y le pedimos que no demore en hacer una convocatoria amplia”, señala César Combina, vocero de APP.
Del otro lado, también intentaron formar una alternativa. “Los que no habíamos votado por el coimero Vizcarra teníamos la autoridad moral", señala José Vega. Los dos voceros de Acción Popular, Otto Guibovich y Ricardo Burga, convocaron a José Luna, María Teresa Cabrera (Podemos), Vega (UPP) y los renunciantes de Somos Perú para armar una lista alternativa, en el tercer piso del Congreso, que estaría conformada por Cabrera, Leslye Lazo (AP), Mariano Yupanqui (Descentralización Democrática) y Yessica Apaza (UPP).
Vega señala que Guibovich les informó que barajaron la posibilidad de que Carolina Lizárraga (Partido Morado) encabece su lista. Pero Lizárraga, según fuentes Moradas, nunca estuvo interesada en hacerlo.
En la reunión, Guibovich les aseguró que tenían los votos del fujimorismo, según refieren fuentes de este Diario. Sin embargo, Carlos Mesía (Fuerza Popular) sostiene que ellos le avisaron a los voceros de las otras bancadas que ellos se abstendrían o votarían en contra de cualquier fórmula.
Al inscribir la lista, Vega se sorprendió de que un militante de Acción Popular integraba la otra lista, y se lo hizo saber a Burga. La lista fue retirada luego de que Lazo indicara públicamente que ella no había aceptado formar parte de la lista, pero, según Vega, ella estuvo presente en la reunión. Este Diario intentó ponerse en contacto con Guibovich, Burga y Lazo pero no contestaron las llamadas.
Luego de que se cayera esta propuesta, la mayoría del bloque pro vacancia votó a favor de Sagasti.
Con la oposición del fujimorismo
La única bancada que se opuso por completo a la lista de Sagasti fue Fuerza Popular. El principal argumento fue que representaban a una bancada que actuó como oficialista durante el gobierno de Martín Vizcarra.
Carlos Mesía, congresista de Fuerza Popular, sostiene que el Partido Morado fue un apoyo sistemático al expresidente, pese a las denuncias en su contra. Además, señala que una de sus grandes misiones es llevar a cabo unas elecciones limpias.
Aun así, Mesía señaló que le deseaba suerte, pues Sagasti gozaba del consenso de la mayoría de fuerzas del Parlamento. “Nuestra posición ideológica es distinta a la de él, pero hay que saludar su designación, pues aún cuando piensa distinto a nosotros no tiene cuestionamientos”, sostien.
Durante la votación, Gilbert Alonzo invocó la memoria del héroe de la operación Chavín de Huántar, Juan Valer Sandoval, asesinado por el MRTA durante el rescate de la Embajada de Japón. Sagasti fue rehén, y tiene las firmas de dos de sus captores. Mesía descartó que este haya sido un tema importante en la decisión de negarle el voto al nuevo presidente del Congreso.
¿Fue una repartija? “No, no es repartija; es lo normal porque los grupos se tienen que poner de acuerdo. Aquí se complicaban las cosas porque no se elegía una Mesa Directiva, sino un presidente”, sostiene el legislador fujimorista.
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El expresidente Martín Vizcarra felicitó a Sagasti. “Saludo que haya primado la responsabilidad frente a intereses particulares. Solo una persona con principios democráticos podrá dar soporte a la difícil situación que vive el país”, escribió en Twitter.
Lo mismo hizo el líder del Partido Morado, Julio Guzmán. “Por Inti, por Jack; por las peruanas y peruanos que siguen luchando para vencer la crisis y la pandemia. ¡A trabajar por el Perú!”, escribió en sus redes.