En un día lúgubre para el país, cuando las cifras de muertos por toda causa empiezan a superar a los picos de agosto pasado; se produjo una nueva emergencia en el sector salud. No una de causas naturales e inevitables, sino una laboriosamente provocada por la acción política.
El escándalo generado en torno a la revelación de que Martín Vizcarra se había vacunado de una forma, por lo menos irregular, durante los ensayos clínicos de Sinopharm el año pasado; disparó una ola de críticas y cuestionamientos de la oposición congresal al gobierno. Estos se dirigieron, principalmente, al sector salud, el único que conserva a la misma ministra y equipo, de la gestión de Vizcarra.
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Mazzetti dijo, prontamente, que ella no se había vacunado ni sabía nada de la inoculación a Vizcarra. Tampoco este, u otras fuentes, señalaron lo contrario. Pero ello no fue suficiente para que en el Congreso surgieran voces pidiendo interpelación y hasta empezara a correrse una moción de censura. Esta no recibió adhesiones de peso. Las bancadas de Acción Popular y Fuerza Popular, por citar solo a dos, se manifestaron en contra. Ninguno de los candidatos de peso, se sumó a la presión contra Mazzetti, pues tienen la percepción de que el electorado castiga a los políticos que causan zozobra a expensas de la crisis sanitaria.
Sin embargo, aunque los pronósticos de censura no estaban en su contra, la fatiga de la lucha contra la pandemia y las amenazas de citaciones e investigaciones, llevaron a Pilar Mazzetti a presentar su renuncia irrevocable ante el presidente. Lo hace, además, cuando el proceso de vacunación está encaminado. Su reemplazo, Óscar Ugarte, es de su confianza, pues coincidió con ella en el Comando Covid.
El viceministro de Salud Pública, Luis Suárez-Ognio, estuvo entre los primeros a los que Mazzetti comunicó su decisión y él ha optado por hacer lo mismo ante el nuevo ministro. Suárez-Ognio ya conocía a Mazzetti desde la primera gestión de esta como ministra de Salud. Epidemiólogo de especialidad, ha sido jefe del INS (Instituto Nacional de Salud). Era uno de los integrantes del grupo privado llamado ‘Comando Vacuna’, cuando Mazzetti lo fichó de viceministro en agosto pasado.
Ayer le pedimos su reacción ante la renuncia de la ministra y nos envió por escrito una extensa respuesta con autorización para ser reproducida:
“La Dra. Mazzetti viene desde hace muchos meses comandando la lucha contra la pandemia, primero desde el comando y luego como ministra. He trabajado en los últimos años con más de 10 ministros y nunca ninguno trabajó con tanta dedicación e intensidad. Pilar nunca negó una cita a los congresistas; se pasaba todos los sábados atendiéndolos. Trabajamos todos los días más de 12 horas incluso fines de semanas. Cuando me pidió que la acompañe como viceministro sabía que sería muy difícil. Ambos conocíamos las debilidades del sistema de salud del Perú. Antes de la pandemia teníamos menos de 300 camas UCI en todo el país y ahora son ya casi 2000.
Conseguir las vacunas fue y sigue siendo un proceso sumamente complejo, pero ya estamos viendo el logro y tenemos vacunas garantizadas para este semestre por Sinopharm, Pfizer y Covax Facility. Lo de ayer en el Congreso fue muy duro y Pilar estuvo ahí asumiendo con responsabilidad. Hoy la ministra me informó que había decidido renunciar, también renunciaré yo ante el nuevo ministro.
Seguro vendrán procesos de investigación y sería imposible atender la pandemia y estos procesos investigatorios simultáneamente. El equipo que continúe en la lucha contra la pandemia debe estar con todos los sentidos puestos en esta gran responsabilidad. Por mi parte, considero que hemos cumplido: se ha conseguido la vacuna, fuimos uno de los primeros países en dar la alerta del riesgo de una segunda ola. Lo planteamos públicamente desde setiembre cuando muchos ‘expertos’ decían que no habría segunda ola, tenemos un plan nacional en ejecución y ayudamos a todos los gobiernos regionales a preparar su propio plan de segunda ola. Lamentablemente, nadie imagino la aparición de las variantes del virus que se transmiten con mayor velocidad y que pueden ser más letales. Esta pandemia sigue impactando gravemente al mundo y quizás aún no podemos entender su magnitud. Tenemos que enfrentarla como un gran desastre nacional redistribuyendo todos los recursos del país a la lucha contra la pandemia”.