Acción Popular (AP) ha tomado un riesgo consciente. En su plenario nacional del 19 de octubre, decidió que no llevará invitados a las elecciones complementarias de congresistas del 2020. Días después, los miembros de su bancada en el Parlamento disuelto anunciaron que no postularán a la reelección.
Esta decisión ha generado que en las listas de precandidatos no figuren nombres conocidos fuera del partido. Este escenario ha sido respaldado por sus principales líderes, pero podría jugarle en contra ahora que –después de muchos años– tiene la mayor intención de voto antes de iniciar la campaña.
“Esta no va a ser la foto final. Es una muy mala decisión que Acción Popular no opte por figuras con arrastre”, sostiene el politólogo Félix Puémape.
—Sin renovación—
Que entre los precandidatos de AP no aparezca ninguna figura con capital electoral propio no necesariamente significa una apuesta por la renovación. En Lima, su bastión, 48 de los 93 precandidatos han intentado acceder a un cargo de elección popular antes.
William Sandoval, por ejemplo, buscó cuatro veces ser alcalde de Puente Piedra sin éxito. Ricardo Burga tiene siete candidaturas a cuestas y solo llegó una vez a ser regidor de Magdalena. Susana Mego participó en cinco.
Luego se encuentran los nueve regidores distritales que deberán pedir licencia a sus municipios si son elegidos candidatos. Y, finalmente, los herederos políticos: Luis Roel Alva, voceado para llevar el 1 por Lima, es nieto del expresidente del Senado Javier Alva Orlandini. Carla Guibovich anunció su precandidatura junto a su padre, el militante Carlos Guibovich. Y Leonardo Inga, de Loreto, es hijo del excongresista homónimo.
“Me parece un poco suicida. Que no tengan figuras de arrastre fuertes los va a lastrar. La capitalización de los votos depende de los liderazgos, y AP no tiene ninguno”, dice Puémape.
—Facciones enfrentadas—
Todos en el partido, sin embargo, parecen estar de acuerdo con esta contingencia, incluso los miembros de las facciones en disputa. “Son riesgos, pero ya es tiempo de dar la oportunidad a los militantes”, dice el presidente de AP, Mesías Guevara.
“Personalmente, estoy de acuerdo. La decisión se tomó por unanimidad. Esto no es la contratación de un equipo de fútbol. Aparecerán nuevos cuadros”, afirma Edmundo del Águila, partidario del ala de Raúl Diez Canseco, adversario de Guevara.
Pero, en todo lo demás, las elecciones internas de candidatos que se celebrarán hoy siguen siendo una extensión de la pugna entre liderazgos partidarios. Y Diez Canseco se ha movido más. Con un liderazgo debilitado, en cambio, Guevara acepta que ha trabajado menos con miras a la votación. “Me he dedicado a gestar los plenarios. Por mi condición de gobernador, no tengo el tiempo ni la logística para meterme a este tipo de peleas internas. Otros, de mucho dinero, sí”, asegura.
El martes 29 de octubre, Diez Canseco lanzó un spot en redes sociales en el que llama a las elecciones del 2020 una “escala técnica” para el “triunfo del 2021”. “Levántate temprano y anda [...] a defender tu partido”, pide el fundador de la USIL.
“El ala de Diez Canseco y Del Águila está impulsando varias candidaturas[...] Seguro van a hacer uso del poder económico para ganar las internas”, responde Guevara.
En declaraciones a El Comercio, Diez Canseco se defiende así: “El presidente de facto está equivocado. Lo que hacemos es alentar la participación de gente joven. Los jóvenes serán la respuesta para aliviar a AP de quienes están lejos de nuestra doctrina y más cerca del marxismo”.
—Capitalinos y A/B—
“Probablemente, Diez Canseco va a ganar la interna y se va a hacer del partido. Pero el dinero no lo compra todo”, opina Puémape. El problema de AP, asegura, sigue siendo crecer más allá del 9% que le da la recordación de su marca partidaria.
Al desmenuzar la intención de voto de la lampa, se observa una marcada inclinación hacia los estratos sociales de mayores ingresos. Una pirámide invertida respecto al espacio para crecer.
También hay una predominancia capitalina. “A nivel regional, AP ha sobrevivido por alianzas con liderazgos locales”, dice Puémape.
“Es importantísimo que diseñemos una estrategia electoral”, responde Guevara. Sin caras conocidas, sin embargo, la ‘escala técnica’ del próximo año podría convertirse en una primera derrota electoral.