La Primera Fiscalía Anticorrupción abrió una investigación de oficio al contralor Edgar Alarcón por el presunto pago irregular de una liquidación a una ex trabajadora de la institución.
Marcela Emilia Mejía Franco, quien trabajó en tesorería de la Contraloría General de la República, fue cesada en el 2010 y habría recibido una liquidación presuntamente irregular de S/127.000, además de S/100.000 por pago de viáticos.
El salario que Mejía Franco recibía era S/3,350. Al respecto, el contralor Edgar Alarcón dijo que hubo un error de cálculo en la auditoría hecha por este caso.
Además, el titular de la Contraloría General de la República explicó que los S/100.000 realmente fueron viáticos asignados para que otros funcionarios cumplieran sus funciones en la institución.
–El caso de los vehículos–Edgar Alarcón también ha sido acusado de pedir a un auditor de la Contraloría que retire una denuncia contra él por las sospechosas compras de vehículos que efectuó durante los últimos años.
Entre el 2002 y el 2015, Alarcon y sus hijos compraron más de 90 vehículos, entre autos y camionetas, Audi, BMW y Jeep para operaciones de compraventa.
Según la denuncia del auditor, entre el 2013 y el 2015, cuando era vicecontralor de la República, Edgar Alarcón adquirió nueve autos por un total de US$182.550.
En respuesta, el contralor señaló que su patrimonio ha seguido siendo el mismo, como ha indicado en sus declaraciones juradas, porque el dinero por la compraventa de autos “es irrisorio” y “fácilmente” se podía consumir en “gastos corrientes”.
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