Milagros Leiva Gálvez PERIODISTA-EL COMERCIO
Lo primero que me aclara cuando nos conocemos es que no es verdad que fue asesor económico de Alejandro Toledo. Que son inventos de Internet. Que sí es aprista, con carnet y todo. Guarda el mejor de los recuerdos de Alan García y cree que sería muy difícil vencerlo en el 2016. Enemigo público de Salomón Lerner Ghitis, aconseja a Humala rodearse de gente decente. El ex presidente de Petro-Perú Jaysuño Abramovich dice que ya no quiere callar.
Usted fue presidente de Petro-Perú durante el primer gobierno de García. ¿Por qué se fue? Por Camisea. Tomé conciencia de que frente a negocios tan grandes, como el que estaba enterrado y lo está, a precios de la época, 20 mil millones de dólares, era imposible que se dijera que no va. Armando Villanueva era el primer ministro, me dijo: “Esto no va. Tienen temor de que sea la página once”. Le dije: Armando, por favor, cómo no va a ir. Estamos hablando de una inversión de mil cien millones de dólares, con tecnología de punta para sacar a tierra 20 mil millones de dólares, entonces las reservas del Perú eran nada. Él sonrió, y juro que yo pensé que estaba bromeando. Me dijo: “No va”. Eso fue el 30 de agosto de 1988. Le dije: Si esto no va, yo me voy. Y me fui. Hablé con la gente de Shell. Me dijeron: No te preocupes, si no va, no va.
¿Por qué Alan García no aceptó? Pienso que cuando los negocios son tan grandes, las presiones son de la misma proporción. Y en esa época había la intentona de unos intereses para que el gas fuera transportado no en gasoductos hacia la costa del Perú sino en líneas eléctricas hacia Brasil.
¿Qué piensa ahora de Camisea? Se hizo 15 o 18 años después, no por 1.100 millones de dólares con tecnología de punta, sino con tecnología de tercera. Ahora los tubos se revientan permanentemente. Hay una diferencia de más de 2.500 millones de dólares que están aprendiendo idiomas en paraísos fiscales.
¿Petro-Perú es la caja chica? Cuando comenzó a discutirse Camisea me vino a buscar un periodista y me dijo: Vengo de parte del presidente a decirle que me ha pedido que Petro-Perú dé un millón de dólares para hacer una campaña publicitaria para educar al pueblo peruano respecto a los beneficios de Camisea. La ley orgánica de Petro-Perú no permite eso, le dije. Le voy a decir al presidente, me contestó. Más aun, te van a botar. Me parece muy bien, en ese caso que ponga a otra persona y dile de mi parte que el presidente del Perú es del Perú y no de Petro-Perú, le contesté. A la mañana siguiente sonó mi teléfono rojo, que era el directo con Palacio de Gobierno. Alan me preguntó: Tú le has dicho esto a tal periodista. Sí, le dije. ¿Qué me contestó Alan? Ja, ja, ja, qué buena, qué buena, Jaysuñito. Colgó y no pasó nada. Juro por mi madre y mi hijo muerto que Alan nunca me pidió un sol.
¿La remodelación de Palacio en época de Toledo fue hecha con fondos de Petro-Perú? Eso dicen. No lo descarto.
¿Humala está usando fondos de Petro-Perú para otros ‘fines’? Esta ley que han sacado para hacer que Petro-Perú no sea controlada por la contraloría y sistemas de control interno del Estado y hacerla parecer como una comunidad privada es algo por lo que todos los peruanos debemos protestar. Hay muchísima liquidez.
¿Por qué se opuso tanto a la compra de la Pampilla y Repsol? Porque el peor negocio que hay en la línea de producción de petróleo es la refinación. ¿Capitalismo para las ganancias y socialismo para las pérdidas? Hablan de modernizar Talara. Es tratar de revivir a un muerto. Se cae a pedazos. Yo haría una nueva. Es como reparar una carcocha del año 30 en lugar de comprarse un carro actual. ¿Cuál durará más?
Usted ha dicho que detrás de Petro-Perú y Repsol estuvo Salomón Lerner Ghitis. Yo conozco a este personaje desde que tengo 5 años. Es una persona que llaman empresario, pero, como dije, empresario es aquel que arriesga y no veo qué cosa haya arriesgado él a través de su vida ‘empresarial’.
Él le respondió en “Cuarto poder”. Dijo que es un hombre limpio, que no tiene nada que ver… Transparente, él usa la palabra transparencia. Dime de qué presumes y te diré de qué careces. ¿Cómo sabe tanto de azufre y de petróleo, de los 900 millones, de la potenciación de Petro-Perú? Hasta donde yo sé, su trayectoria de ganancias no ha sido privada sino pública. No se olvide de que él entra al gobierno de Velasco a los 24 años y lo hacen gerente general de la Empresa Peruana Comercializadora de Harina y Aceite de Pescado, que manejaba entonces el 32% de todas las exportaciones del Perú, amén de que importaba todas las necesidades del Estado: leche, arroz, azúcar. Es un mercader.
Lerner es un hombre presente en todos los gobiernos. Estuvo con Velasco, fue amigo de Alan, de Toledo y ahora de Humala Salomón Lerner es el cordón umbilical entre Toledo y Humala. Ahora dice que él no tiene nada que ver con Humala y el gobierno. ¿Entonces, qué rayos hace en Unasur? Puede estar fuera del gobierno, pero no del entorno.
Usted era amigo de Salomón. ¿Amigo? No, lo conocía.
¿Pero, acaso, no tenían el negocio de helicópteros juntos? No es así. Cuando yo salgo de Petro-Perú y se cae la Unión Soviética y quedan libres enormes cantidades de equipos que originalmente estaban destinados a la guerra, se me ocurrió que era interesante utilizar helicópteros en la industria del petróleo.
¿Cuántos le dieron los rusos? La primera vez tres. Que costaban 990 mil dólares cada uno.
¿De dónde tenía la plata? No la tenía. Me enviaron un cheque por 100 mil dólares a mi nombre. Fui con ese cheque a Occidental Petroleum, pedí un contrato, fui al Banco Continental. Los contratos que yo conseguía con una compañía de petróleo, que sea el 50% para pagar el préstamo y el otro 50% para nosotros. Se arrancó con 2 mil soles y hace año y medio se vendió en 8 millones de dólares. La empresa se llamaba Helicópteros del Sur en resumen, Helisur.
¿Pero Helisur no fue originalmente de Lerner? No, era mía. Lerner llega en un momento en que me quedé sin liquidez para pagar hotel y alimentación de los ingenieros y aviadores rusos. Lo busqué, me faltaban 40 mil dólares.
¿Entró como socio y qué pasó? Se juntó con los rusos y me dio un golpe. Me dijo: Si no vendes tu parte, vamos a aumentar los costos y te quedas sin nada. Y vendí en veinte centavos, lo que valía treinta soles. Lerner se quedó con la compañía.
¿Tan maquiavélico es? ¿Le ha visto el rostro? No cree que el diablo envidiaría ese rostro. Sí, lo es. A Humala le podría aconsejar que se aleje de Lerner, que no sea su amigo, se lo diría a todo el mundo. En 1969, Lerner vivía en una casita chiquitita, en una quinta. Entra al puesto público, ¿y qué pasó, ganó un Premio Nobel, descubrió una fórmula física distinta? Humala debe saber quién lo rodea.
¿Qué sabe de Joseph Maiman? Lo conozco de toda la vida.
¿Es corrupto como Lerner? ¿Off the record?
On the record. Sí.
¿Entonces Lerner y Maiman siempre van juntos? Toda la vida.
¿Con cualquier presidente? Y en los burdeles también.
Esta es una pregunta muy personal, ¿qué pasó con su esposa y con Lerner? ¿Cómo sabe tanto?
Investigo. Yo la nombré gerenta de administración. Y le dije: Como Anderson se ha ido de la gerencia general y Lerner puso a su ad láter, le diré a mi hijo mayor que regrese de Israel y se haga cargo de la compañía. Vino y de la noche a la mañana me dijo: Te he comprado esta pastilla para los nervios, me dio Lexotan, te han engañado. Ella me había dicho que el empleado de Lerner no era más el gerente, que era ella y no era verdad. Así fue como me obligaron a vender mi parte.
¿Qué le dijo a su esposa? Nos divorciamos.
Lo engañó con Lerner No sé si sexualmente, pero sí comercialmente.
Regresemos a la política. ¿Cómo ve al presidente Humala? A Humala lo veo atrapado, acorralado en cosas que no entiende, como no está preparado, como yo tampoco lo estoy en geofísica. Yo le aconsejaría rodearse de gente muy correcta y decente. Hay una expresión de Martin Luther King que dice: “Más que la gente mala, me preocupa la gente buena que calla”.
Lerner ha amenazado con denunciarlo por difamación. Ojalá, sería bueno que demuestre el origen de su fortuna.
Antonio Brufau, el presidente de Repsol, vino y se juntó sin escalas con Humala. ¿Eso es normal? Bueno, cuando vino el presidente de Shell, que es una compañía bastante más grande, jamás se reunió con el presidente García. Solo se reunía conmigo.
¿Qué significa lo que hizo? No sé, pero en el lenguaje económico y político eso es lobby. Mira, hay algo que tenemos que tener en cuenta. El real problema de los militares es que el militar entra a la institución como cadete, y aprende a obedecer hasta general, y le toca mandar un año o dos, el resto obedece.
Ollanta no llegó a general. Ni llegó a dar el examen de coronel. Hace siete años dije que el problema era quién iba a mandar: ¿Salomón Lerner, que está acostumbrado, o Humala, que está siendo financiado por él?
Acaban de ponerle la chapa de ‘Cosito’. ¿Lo había visto antes en un gobernante? No, y no tengo nada en contra de que una mujer mande y comande un hogar, si es más inteligente y capaz. Pero hay que recordar que nosotros no hemos elegido a Nadine sino a Humala. Nos está gobernando una pareja, ni siquiera en la relación de Bill y Hillary Clinton vi algo parecido.