Con el retiro del ex congresista Fernando Olivera de la política, el actual jefe del Gabinete Ministerial, Pedro Cateriano, se ha eregido como el más tenaz opositor al ex presidente Alan García. El nuevo responsable de la PCM integró a inicios de los noventa la comisión especial que investigó los presuntos actos de corrupción del primer gobierno aprista, escribió un libro con todos los hallazgos y hasta hace pocos días le pedía al ex mandatario que aclare con qué fondos compró un departamento en París.
Sin embargo, en las próximas horas, Cateriano deberá sentarse a dialogar con García, el político al que acusó de enriquecimiento ilícito en 1991, al que cuestionó por pactar con el fujimorismo, al que le deseo la suerte del catalán Jordi Pujol (procesado por delitos de corrupción en España) y al que le exigió responder por los ‘narcoindultos’ y el Caso Business Track. En resumen, tendrá que conversar cara a cara con el político con quien tiene un cuarto de siglo de rivalidad.
Tras las elecciones de 1990, que Mario Vargas Llosa perdió, un joven Pedro Cateriano fue electo diputado. En agosto de ese año, el abogado de la PUCP pasó a formar de la comisión Olivera, encargada de investigar los presuntos actos de corrupción del primer quinquenio aprista. Siete meses después, el grupo presentaba su primer informe.
En aquel documento, la comisión advirtió sobre “un notable enriquecimiento ilícito, presunta defraudación tributaria y el delito de concusión en agravio del Estado”, por parte de Alan García, a raíz del caso de los sobornos del Bank of Commerce and Credit International (BCCI) a funcionarios del gobierno aprista.
Según dijo recientemente Cateriano a la revista “Velaverde”, si no se hubiese producido el autogolpe del 5 de abril de 1992, perpetrado por Alberto Fujimori, el Parlamento habría acusado a García Pérez por enriquecimiento ilícito ante la fiscalía. Para el ex ministro de Defensa, la instauración del régimen autoritario fujimorista no solo rompió con el orden democrático, sino también salvó a García.
En junio de 1994, el entonces ex diputado presentó el libro “El Caso García”, que detalla todos los hallazgos de la comisión Olivera contra el ex mandatario e, incluso, afirma que el enriquecimiento ilícito del aprista “está fehacientemente probado” con documentos oficiales y cheques enviados por la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) y asciende a más de medio millón de dólares.
“No es cierto que García Pérez haya sido exculpado. En alguna oportunidad dijo que quien no la debe no la teme. E incluso dijo “yo no me corro”. Tiene que demostrar que no tiene culpa ante el Poder Judicial. Tiene las puertas abiertas para hacerlo”, afirmó Pedro Cateriano en aquella oportunidad.
LOS ROCES EN EL HUMALISMOLos cuestionamientos de Pedro Cateriano a Alan García continuaron durante los siguientes años, pero adquirieron mayor trascendencia desde que el ex diputado fue nombrado ministro de Defensa por el presidente Ollanta Humala en julio del 2012.
Ante las críticas de los congresistas apristas a las compras de su sector, Cateriano dijo que durante los gobiernos del Apra se hicieron adquisiciones irregulares de armamento por 140 millones de dólares. “A diferencia de Alan García, que sí se reunió con traficantes de armas, este ministro no lo hizo“, indicó en diciembre del 2013.
En abril del 2014, el actual primer ministro se vuelve a enfrentar al aprismo. Esta vez por la compra del satélite de observación biométrico a Francia. Ante las acusaciones de corrupción por parte de los apristas, Cateriano les pidió demostrar con pruebas esta denuncia. “Nos hemos acostumbrado, por la época de escasez, a comprar lo más barato, que a la larga sale caro. En este caso, el criterio que se estableció fue el técnico, al momento de la valoración se dio mayor peso al aspecto técnico”, dijo.
Y el ingreso al Twitter de Cateriano inició una nueva etapa de puyazos, entre él y los apristas, en especial con el congresista Mauricio Mulder.
En los últimos meses, el ahora jefe de Gabinete Ministerial le ha respondido a Alan García por sus cuestionamientos a la llamada ‘Ley Pulpín’ y le ha exhortado a no correrse de las autoridades judiciales, que investigan los ‘narcoindultos’.
¿Hoy Pedro Cateriano podrá sonreír para la foto con Alan García, a quien llama ‘el gordo mayor’?
Colaboración: Archivo El Comercio.
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. @PCaterianoB tras cita con @KeikoFujimori: “Todo diálogo es positivo” ►http://t.co/evotxiz9oy pic.twitter.com/taEK6LjEbH— Política El Comercio (@Politica_ECpe) abril 10, 2015