Los tres párrafos de la respuesta chilena a la nota de protesta peruana por el caso de espionaje no han satisfecho al presidente Ollanta Humala. “Vamos a actuar con prudencia, pero señalamos que la respuesta que ha dado el Gobierno de Chile a la nota de protesta que ha presentado el Perú no satisface la demanda solicitada y vamos a evaluar dar una respuesta a esa nota de forma enérgica”, dijo ayer en declaraciones a la prensa.
Según fuentes diplomáticas de alto nivel, la nota de respuesta de Santiago tiene tres elementos. El primero repetiría lo adelantado por la cancillería chilena el 20 de febrero pasado en el sentido de que Chile “no promueve ni acepta acciones de espionaje en otros Estados ni en su propio territorio”. Sin embargo, al señalar que “este gobierno” no realiza este tipo de actos, el párrafo también deslizaría la posibilidad de un eventual espionaje ordenado por un gobierno anterior. La queja peruana es por hechos sucedidos hasta el 2013.
En el segundo párrafo, Chile expresaría su disposición a iniciar una investigación y para ello estaría solicitando al Perú “más datos”. Y en el tercero, el país vecino destacaría las buenas relaciones de largo plazo que ambas naciones han forjado.
Según nuestras fuentes de Cancillería, esto sería inusualmente conciliatorio para una nota de este tipo, pues lo regular es que los Estados nieguen tajantemente cualquier acto de espionaje. “Él [Ollanta Humala] no acepta el lenguaje diplomático. Él quiere precisión pero ningún país va a aceptar que ha hecho espionaje”.
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El capitán de la Armada de Chile Francisco Calvanese estaría implicado en #espionaje ►http://t.co/4XM0w7nd2y pic.twitter.com/owo1YcwL3F— Política El Comercio (@Politica_ECpe) marzo 5, 2015