En menos de dos meses, el empresario Rodolfo Orellana se ha convertido en el hombre más buscado del país. Sin embargo, poco se ha dicho de su hermana Ludith Orellana, quien es, según las investigaciones de la fiscalía, la número dos de esta inmensa red dedicada al lavado de activos, falsificación de documentos y tráfico de terrenos.
Mientras que el coronel en retiro Benedicto Jiménez era la fuerza de choque de esta organización –amedrentaba mediante la revista “Juez justo” a quienes acusaban o investigaban a Orellana–, Ludith se encargaba de la parte operativa.
Fuentes de la fiscalía señalaron que ella ejecutaba y elaboraba, con ayuda de varios testaferros y notarios, las transferencias, la compra y venta de terrenos y los laudos arbitrales con el propósito de apropiarse de los inmuebles de decenas de personas naturales y jurídicas.
Esta abogada de 44 años, nacida en Lima, era la única en esta red que tenía los conocimientos suficientes, al igual que Rodolfo, en el derecho registral para llevar a cabo las estafas. Además, contaba con la experiencia de haber trabajado por varios años en notarías de Lima. Y poseía, por si fuera poco, buenos contactos en la Superintendencia de Registros Públicos.
“Dentro de la estructura orgánica de esta red hay dos cabecillas: el número uno, y quien manejaba todo, es Rodolfo Orellana y la que lo secunda, es decir, la número dos, es Ludith Orellana”, indicó una fuente del Ministerio Público a este Diario.
EMPRESAS FANTASMASLa protagónica participación de la hermana de Orellana en esta organización quedó demostrada cuando llegó, en la primera semana de agosto, un reporte de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) a la fiscalía.
El Comercio tuvo acceso a ese informe de la UIF. En este se detalla que Ludith, contra quien pesa una orden de prisión preventiva por 18 meses, está vinculada a más de 15 empresas que en su mayoría no registran trabajadores ni endeudamiento. Sin embargo, estas fueron usadas para realizar transferencias bancarias por más de US$3 millones.
El reporte también detectó que Ludith Orellana registra operaciones financieras, en cuatro de sus cuentas bancarias, por más de S/.2 millones, hechas en el 2006, el 2007 y el 2012.
La fiscalía maneja la tesis de que estas empresas eran utilizadas específicamente para lavar capitales provenientes del tráfico de drogas y de la compra y venta de inmuebles de terceros.
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VÍNCULOS CON NARCOLa UIF arrojó que Aladem, una de las empresas vinculadas a Ludith, participó en las transferencias de tres inmuebles relacionados al entorno del procesado por narcotráfico Ricardo More Tejada, asesinado a balazos en el 2004.
Por ejemplo, esta abogada, en su calidad de titular de Aladem, intervino en la adquisición de un inmueble en Chaclacayo, en el 2006, con el pago de US$26 mil de parte de la hermana de More Tejada, Laura More Tejada, al empresario César Ferre Simonetti, presunto testaferro de la red Orellana.
Esta transacción no hubiera sido posible si antes la hermana del acusado por narcotráfico no hubiera dado amplios poderes, en el 2005, a Churchil Orellana, hijo del prófugo empresario, para que pudiera comprar o arrendar este inmueble.
La UIF dio cuenta de que el confeso narcotraficante Roger Javier Poémape Chávez, recordado por haber amenazado de muerte en el 2012 a la procuradora Sonia Medina, figura como beneficiario de esta organización. Él recibió diversos depósitos en efectivo de Hernán Villacrez Torres, prófugo y pieza clave de esta red.
CERCANA AL CÍRCULO DE LÓPEZ MENESESLa hermana del prófugo empresario está vinculada al entorno de otro de los personajes más polémicos de los últimos años: el ex operador montesinista Óscar López Meneses.
El Comercio dio cuenta en febrero de que fue Ludith quien subarrendó, a través de Orellana Asesores y Consultores, el inmueble del ex comandante PNP Manuel Áybar Marca a la empresa Police Security en el 2010.
Esta compañía de seguridad es de propiedad del ex policía Sandro Espinoza, amigo de López Meneses. En tanto, Áybar Marca fue jefe de seguridad y brazo derecho de Vladimiro Montesinos Torres.
Esta casa se ubica en la calle Armando Blondet 250, en San Isidro. En el 2007, este domicilio fue alquilado a la hermana de Orellana. Tres años después, se firmó contrato con Police Security hasta el 2012.
Este Diario informó también que cuando venció el acuerdo entre Ludith Orellana y Espinoza, este último negoció el arrendamiento directamente con Áybar y su esposa hasta el 2015.
“ME INTENTÓ ESTAFAR”En su momento, Espinoza negó que haya tenido conocimiento de que el inmueble que estaba alquilando pertenecía al ex comandante montesinista.
Además, señaló que no sabía de las denuncias en contra de Ludith Orellana y su familia. Agregó que demandó a la abogada porque intentó estafarlo con el arrendamiento de la casa. “No he vuelto a tener contactos con ellos”, dijo en febrero.Fuentes de El Comercio contaron aquella vez que Police Security ofrece servicios de seguridad a exportadoras de oro relacionadas al grupo Orellana.
La red de Orellana está vinculada a la firma Comercializadora de Minerales Rivero. Aduanas, a fines del 2013, le incautó a esta empresa 316 kilos de oro ilegal. Uno de los abogados que intentaron recuperar sin éxito este metal fue Benedicto Jiménez.