La fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, anunció ayer la decisión de separar a las fiscales Rocío Sánchez y Sandra Castro del equipo especial del Caso Los Cuellos Blancos del Puerto, tras conocerse que ambas sostuvieron una reunión, en el 2018, con el entonces presidente Martín Vizcarra.
“Hemos tomado conocimiento de estos hechos [las reuniones] que son de suma gravedad. He tomado la decisión de apartarlas a ambas del equipo especial”, señaló en diálogo con RPP. La medida será oficial hoy.
La titular del Ministerio Público indicó que “nadie es indispensable en el cargo” y que se encontrará a las “personas idóneas” para retomar esta investigación. Ávalos rechazó, además, las afirmaciones de la fiscal Sánchez y aclaró que no tiene amistad ni con Castro ni con el exmandatario.
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La decisión fue tomada luego de que Castro revelara el lunes en RPP que junto a Sánchez se reunieron con Vizcarra para solicitar “apoyo y protección”, puesto que “el caso era grande y había una gran mafia”. Sostuvo que recibió una llamada de Sánchez para comunicarle que sabía que Vizcarra vivía en el lugar donde ella reside. “Nos sentíamos vulnerables y necesitábamos protección”, dijo la fiscal.
Las versiones y el audio del ron
Horas antes del anuncio de Ávalos, Sánchez manifestó a El Comercio que ponía su cargo a disposición. Dijo que tampoco se debía quedar el resto de fiscales del equipo especial. “Desde el fiscal supremo [Jesús] Fernández. Si van a reestructurar en aras de una buena investigación, que se reestructure todo”.
Sánchez también reconoció que pidieron apoyo al entonces presidente de la República. Indicó que esa reunión “no fue de media hora” y que ella se retiró cuando terminaron de hablar de la protección que requerían.
Sin embargo, negó que ella haya sido quien la solicitó. “La convoca ella [Castro]. Me dice que necesita que vaya a su domicilio, que hay una reunión importante en la casa de una amiga, que era bueno que pidamos apoyo porque ahí está el presidente”, recordó. Precisó que, en ese momento, sí había un temor porque la investigación crecía.
La fiscal remarcó que la cita “no fue en el domicilio” de Vizcarra, sino que fue en la casa de una vecina del sexto piso del edificio ubicado en San Isidro, en referencia al departamento de Ana Cecilia Ascama Chachaliaza. En esta reunión también estuvo presente el mayor PNP Manuel Arellanos de la Dirección General de Inteligencia (Digimin), a cargo de Los Cuellos Blancos del Puerto.
El encuentro, dijo Sánchez, fue a principios de marzo del 2018 porque luego el entonces presidente se mudó a Palacio de Gobierno, y que no fue en julio, como dijo Castro el lunes.
Sánchez aseguró que en ese momento Castro ya conocía de un audio que involucraba al ex jefe del Estado, una conversación que lo mencionaba a él y una supuesta preferencia por el ron Zacapa. “Estuvimos en la reunión, pero la circunstancia era otra. No estaba elegido el señor Pedro Chávarry [como fiscal de la Nación] aún. La investigación era incipiente, si bien se había escuchado el audio del ron Zacapa. Era el audio de un tercero, entre Walter Ríos y su esposa. No había un audio de Vizcarra vinculado a otro funcionario”, aseguró.
Sánchez dijo que esa reunión fue “inocua” y Castro la hizo pública para generar caos y protegerse de una investigación que existe por su “inconducta” al llevar un vehículo que se le asignó del Pronabi al taller del investigado Antonio Camayo.
Según contó, ese carro era un bien incautado. “Ya lo guardó en el sótano de la fiscalía y le volvieron a dar los carros de la Digimin. Para que un fiscal tenga esa actitud es porque se siente protegida por alguien de mayor rango”, remarcó.
Sánchez agregó que Castro “siempre” ha estado tratando de obtener la información de los procesos de colaboración eficaz y dentro de esas investigaciones “sindican las irregularidades en el nombramiento de la fiscal de la Nación”. En esa línea de investigación también se detallan las vinculaciones del expresidente Vizcarra con Camayo y de otro colaborador que la fiscal Castro se niega a aprobar.
Fuentes de este Diario señalaron que el mayor Arellanos, quien estuvo en la reunión, informó a su entorno que Sánchez fue quien pidió a Castro una reunión con Vizcarra para que les diera su respaldo y esta se realizó en la casa de una vecina del exmandatario.. “Hizo este pedido luego de escuchar una llamada en la que César Hinostroza decía que ya había identificado a las fiscales que los investigaban y que las iba a sepultar”, contaron.
Estas mismas fuentes indicaron que en el encuentro el expresidente se le explicó lo que habían encontrado y se asombró. “Él no creía que los del Consejo Nacional de la Magistratura eran corruptos y les preguntó qué necesitaban. “Su respaldo, señor presidente”, le dijeron. Él les manifestó que al día siguiente daría un discurso a la nación. “Eso fue lo que ocurrió un lunes de julio. Dio un discurso sobre la lucha anticorrupción”, agregaron. El lunes 9 de julio del 2018, Vizcarra dio una conferencia tras conocerse los primeros audios.
Según indicaron, en la reunión Vizcarra se sorprendió cuando le informaron de lo encontrado. “No creía que los del CNM eran corruptos”, dijeron.
La versión de Vizcarra
Tras conocerse de la reunión con las fiscales Rocío Sánchez y Sandra Castro, el expresidente y hoy candidato al Congreso por Somos Perú Martín Vizcarra reconoció haberse reunido en el 2018 con ambas “una sola vez” y que fue para solicitarle medidas de protección. “Me dijeron que temían por su integridad”, respondió.
El exmandatario aseguró que esta reunión no ocurrió en su casa, como Castro había señalado. “La precisión es que no fue en mi domicilio. Nunca fue en mi casa sino en un apartamento vecino”, añadió.
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