La directora de Amnistía Internacional en Perú, Marina Navarro, afirmó hoy que, a pesar de los años transcurridos, las esterilizaciones forzadas a las que fueron sometidas miles de mujeres en el gobierno de Alberto Fujimori no deben quedar impunes, y que se debe resarcir y dar justicia a las víctimas.
Ella sostuvo que su movimiento ha lanzado una campaña que busca la creación, por parte del Gobierno, de un registro único de mujeres víctimas que fueron esterilizadas sin su consentimiento entre 1996 y el año 2000.
La campaña denominada “Contra su voluntad: un registro único, miles de historias” también apunta a que la ciudadanía se sume a esta petición y que se sensibilice a fin de que se generen las condiciones que permitan identificar a las afectadas y otorgarles una reparación integral adecuada.
“Consideramos que a 18 años de haber recogido los primeros casos es realmente indignante que no se haya hecho nada por esta víctimas. Los derechos humanos deben estar por encima de cualquier gobierno y la lucha contra la impunidad es básica”, detalló durante un desayuno de trabajo en la sede de Amnistía Internacional, en Miraflores.
Marina Navarro agregó que hasta el momento no se conoce con exactitud a cuántas mujeres se esterilizó en el segundo régimen de Alberto Fujimori, pero las cifras estimadas indican que las víctimas superan las 270 mil y que la evidencia de aquellas que pudieron ser identificadas apunta a poco más de 2 mil.
Esta última cifra, argumentó, representa solo una pequeña parte del total de mujeres afectadas en esos años y, a la fecha, solo un caso ha sido judicializado e incluso llevado al sistema interamericano: el de Mamérita Mestanza, quien murió a causa directa de su esterilización.
Asimismo, explicó que la campaña comprende la recolección de firmas, por Internet y también de manera física, así como la obtención de testimonios simbólicos de las principales afectadas para tomar conciencia respecto de la magnitud de esta afectación a los derechos humanos.
Para Navarro, la apertura de este registro es el primer paso para que estas víctimas logren justicia y puedan recibir las reparaciones que correspondan después de tantos años de haber sufrido esta violación a sus derechos fundamentales, pues en muchos casos -dijo- fueron esterilizadas con engaños.
NO TIENE VINCULACIÓN CON KEIKO FUJIMORI
La directora ejecutiva de Amnistía Internacional aprovechó la ocasión para dejar en claro que esta campaña y esta petición están ajenas a cualquier motivación política, a pesar que se formula ad portas de una campaña electoral en la que interviene Keiko Fujimori, hija de quien fue presidente en la época de las esterilizaciones forzadas.
“Amnistía Internacional es un movimiento que no tiene ninguna afinidad con ningún partido político. Esperamos que este tema se aborde lo más que se pueda y que haya un gran debate que lleve a la justicia y a la reparación para las víctimas”, subrayó, al considerar que el caso debe ser reabierto.
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