El caso de los suboficiales de la Marina Johnny Richard Philco Borja y Alfredo Marino Domínguez Raffo, acusados de espiar para Chile, no es el primero relacionado con el país vecino.
En el 2009 se conoció que el suboficial de la FAP Víctor Ariza Mendoza también espiaba para Chile.
Entre los documentos que entregó al vecino país está en plan estratégico institucional de la Fuerza Aérea del Perú, orientado a alcanzar una óptima operatividad de la institución hasta el 2021.
El plan incluía, de forma genérica, las necesidades y proyecciones de la FAP en temas como la cantidad de personal, pilotos, combatientes, administrativos, instrucción y requerimientos de la FAP en materia de combate. Por ejemplo, las compras de aviones, helicópteros o radares.EL CASOEl 13 de noviembre del 2009, el entonces ministro de Defensa, Rafael Rey, confirmó la denuncia sobre el espionaje realizado por Ariza Mendoza. Tres días después, el suboficial fue recluido en el penal de Piedras Gordas.
Ariza también fue acusado de haber recibido por tres años US$180 mil como pago por haber proporcionado información confidencial a la Fuerza Aérea del Perú a Chile.
El 30 de diciembre del 2010, la Sala Revisora del Tribunal Supremo Militar Policial condenó de manera definitiva a Ariza a 35 años de prisión por vender información clasificada a Chile. Está cumpliendo su condena en la base Punta Lobos, en Pucusana.
Además, en agosto del 2011 se inició el juicio oral contra Ariza por el presunto delito de lavado de activos en agravio del Estado. En enero del 2013 fue sentenciado a 15 años de prisión por el delito de lavado de activos en perjuicio del Estado, en la modalidad de ocultamiento y tenencia.