Mientras Kenji Fujimori aguarda las consecuencias disciplinarias por haber desconocido el acuerdo de Fuerza Popular de votar a favor de la vacancia del presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) en diciembre último, un nuevo panorama enciende sus aspiraciones.
Según los más recientes sondeos de El Comercio-Ipsos y GFK, el legislador naranja supera en aprobación a su hermana y lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, con quien ha protagonizado a lo largo de los últimos dos años una numerosa cantidad de desencuentros.
Al cierre del 2017, una encuesta de El Comercio-Ipsos reveló que el menor de los Fujimori Higuchi alcanzó un 33% de aprobación, cuatro puntos porcentuales por encima de su hermana Keiko.
El 14 de enero pasado, un nuevo estudio publicado en este Diario registró que la popularidad del congresista se había acrecentado respecto al sondeo de diciembre: logró 38% de aceptación, mientras que Keiko Fujimori amasó 30%.
Asimismo, la última encuesta de GFK -publicada el 28 de enero en “La República”- también dio cuenta de la evolución de las preferencias sobre los liderazgos en Fuerza Popular, pues Kenji Fujimori obtuvo 39% de aprobación en comparación al 31% que alcanzó Keiko.
Estos resultados se dan en paralelo a varios acontecimientos políticos, entre los que resaltan el voto en abstención de una facción ‘kenjista’ en la vacancia de PPK, así como el indulto humanitario otorgado a Alberto Fujimori, el cual era una consigna pública de Kenji. ¿A causa de qué ocurrieron estas modificaciones en las preferencias y qué desenlaces podrían tener?
Para el politólogo de la PUCP Fernando Tuesta, una serie de acciones políticas emprendidas por Kenji Fujimori a lo largo del 2017 le ha valido un incremento de las preferencias en contraste a su hermana.
Según Tuesta, aunque hasta hace poco “no se le tomaba en cuenta ni en serio”, el benjamín de los Fujimori logró forjar un perfil propio que no solo está asociado al objetivo de que su padre recobre su libertad, sino también a una política de posturas abiertas y flexibles.
“Parece ser más empático, brinda entrevistas, se ha hecho un lugar en redes sociales y se contrasta con una Keiko Fujimori rígida, de un talante conservador, que dice que está feliz con la liberación de su padre pero que, en el fondo, no aparenta estarlo”, dijo a El Comercio.
Una opinión similar expresó el analista político César Campos, quien agrega que la salida de prisión de Alberto Fujimori es solo uno de los factores por los que Kenji ha logrado un incremento de su aprobación respecto a Keiko.
“Un aspecto que parece atraer a cierto sector ciudadano que simpatiza con el fujimorismo es el distanciamiento de Keiko. Hay cuestionamientos a las prácticas autoritarias en Fuerza Popular”, apuntó.
-El factor Alberto-Aunque no está impedido de hacer política, varias tribunas han adelantado sus reparos en torno a una eventual participación del ex presidente Alberto Fujimori en actividades de esta naturaleza.
Pese a ello, la politóloga María Alejandra Campos recalcó en diálogo con este Diario que es notorio que la imagen del líder histórico del fujimorismo “es el soporte” del capital político naranja.
“Eso es algo que no teníamos tan claro hasta hace poco. Alberto había perdido protagonismo estando en la cárcel. Keiko, luego de dos campañas, era la líder indiscutible de su partido. La pregunta era si era líder por sí misma. Lo que se ha probado en el último mes es que el apellido sigue pesando. A Kenji todo esto le ha dado el respaldo del fujimorismo ‘albertista’”, señaló.
En ese sentido, la politóloga estimó que el crecimiento de la aprobación de Kenji también refleja “cierto descontento con los nuevos cuadros del fujimorismo”, quienes han asumido “un perfil agresivo” en torno a la gobernabilidad y al propio Alberto Fujimori.
El analista César Campos, por su lado, consideró que Alberto Fujimori no va a ser el árbitro en los entredichos de sus hijos pues parece estar más cercano a la facción que encabeza Kenji.
“Contrario a lo que muchos pensábamos, que su libertad le iba a dar un nivel dirimente, de momento vemos que es parte de las facciones. Es evidente que hay un distanciamiento entre Alberto y el entorno de Keiko. No va a ser una voz dialogante, él ya es voz de una de los grupos”, consideró.
De otro lado, Fernando Tuesta afirmó que aunque Alberto Fujimori ha mostrado una clara simpatía hacia Kenji, iba a ser un mediador en esta discusión, “pero su propio estado de salud y la forma en la que se le dio el indulto lo limitan”.
“Él no puede hacer política. No puede sentar a los dos hermanos, tiene limitaciones de esa naturaleza. Con un Alberto mucho más activo, el ‘kenjismo’ se habría potenciado”, sostuvo.
-Conciliación o ruptura-Teniendo en cuenta la actualidad de Fuerza Popular, Tuesta expresó que la acusación constitucional presentada por la legisladora Maritza García, de la facción de Kenji, en contra del defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, denota una seria equivocación.
“Esta es una acción que responde, de alguna manera, al papel jugado por el defensor en torno al pedido del expediente del indulto. Si había una diferenciación de parte de la facción de Kenji, esto lo asemeja más al grupo de su hermana. Creo que ahí se ha cometido un gran error”, manifestó.
Partiendo desde una premisa de interés conjunto a largo plazo, el analista político César Campos consideró que ni a Kenji ni Keiko les conviene romper su relación. El primero ha dejado la puerta abierta para una reconciliación aunque con condiciones, entre las que figuran el alejamiento de Ana Vega y Pier Figari.
Sin embargo, Campos mencionó que la peor parte se la podría llevar Keiko Fujimori, pues el alejamiento de su hermano podría denotar que tiene un liderazgo endeble, incapaz de impedir disidencias dentro de su partido.
“Eso la dejaría muy mal parada. No creo que pueda avanzar fácilmente sobre los escombros de la partida de su hermano y otros nueve que le harán falta en el Congreso. Creo que ella debería tener una actitud de grandeza y reflexión. Es un tema que deberían pensar muy bien los dos”, dijo.
Para María Alejandra Campos, en el hipotético caso de que la cuerda se rompa y se alejen los diez ‘Avengers’, denominación que Kenji utiliza para llamar a su facción, se esperaría que el legislador encabece una agrupación propia con miras a las elecciones del 2021.
Con este nuevo objetivo, la politóloga calculó que Kenji necesitaría apoyarse en la vieja guardia fujimorista, la misma que lo observa con estima.
“Con los ‘Avengers’ no le va a alcanzar, no cuenta con personas de perfil mediático. En el otro lado tiene a Luisa María Cuculiza, Alejandro Aguinaga, Martha Chávez. Su padre podría apoyarlo. Va a tener que buscar fondos, y es más fácil que alguien apueste por Kenji, Alberto y el fujimorismo de la vieja guardia que únicamente por él”, sentenció.
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