El presidente de la República, Martín Vizcarra, confirmó ayer la cuarta baja del Gabinete Ministerial que lidera Vicente Zeballos, formado tras la disolución del Parlamento. Anunció que aceptó la renuncia del titular de Energía y Minas, Juan Carlos Liu Yonsen, luego de que “Panorama” revelara que este brindó, a través de su empresa Conasac, consultorías a la constructora brasileña Odebrecht, que posteriormente fue asesor de dicha cartera y que, durante esa función, su compañía hizo además un informe sobre el gasoducto del sur como parte de una consultoría externa.
“He escuchado a varios periodistas que se han referido al tema del ministro de Energía y Minas, solamente para decirlo muy concreto, ya se le ha aceptado la renuncia al cargo. Hoy día se le ha aceptado”, manifestó Vizcarra en el distrito de Villa el Salvador, donde superviso las acciones del gobierno para atender a los afectados por la deflagración de gas del pasado 23 de enero.
También consideró que los detalles de las asesorías que Lui Yonsen brindó a la firma brasileña “tienen que merecer una investigación”.
“Que se determine responsabilidades, el tema es que ante las denuncias que se han dado, hoy temprano nos hemos comunicado y [Liu Yonsen] ha tomado la decisión de comunicar la renuncia”, agregó.
Vizcarra también negó que haya tenido conocimiento sobre las consultorías del ahora exministro de Energía y Minas a la constructora brasileña, que ha demandado al Estado Peruano por US$1.200 millones ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) por la cancelación del contrato del gasoducto.
Fuentes a Palacio de Gobierno indicaron a El Comercio que aún no tienen nombres sobre la mesa para reemplazar a Liu Yonsen en el Ministerio de Energía y Minas (Minem). Agregaron que el mandatario se tomará su tiempo, como lo ha hecho en otras oportunidades.
La politóloga María Alejandra Campos explicó que a la administración de Vizcarra Cornejo un ministro le dura en promedio 237 días. Es decir, “apenas ocho meses”. Agregó que en el Minem el promedio es mayor: 338 días. No obstante, Lui duró “apenas” 130 días.
“Con él suman 12 los ministros que han dejado el cargo antes de cumplir los seis meses. Esto más que una muestra de debilidad política, es una evidencia de que el gobierno no tiene cuadros a quiénes recurrir y de que confía poco en la gente que recluta, pues suele cambiarlos muy rápidamente ni bien aparece un reportaje en la prensa”, manifestó a este Diario.
Campos, además, consideró que la situación de Liu Yonsen sí golpea al Ejecutivo, porque cualquier vínculo con Odebrecht “es criptonita política”.
“En ese sentido, el gobierno hace bien en desligarse rápidamente del ministro. Ahora, el impacto de esta renuncia podría ser reducido debido a la baja visibilidad que tenía el titular de Energía y Minas. Como muy pocos lo conocen, muy pocos encontrarán relevante la noticia de su consultoría a Odebrecht”, remarcó.
Una oportunidad para normar la puerta giratoria
La politóloga Denisse Rodríguez afirmó que si bien la denuncia contra Liu Yonsen golpea al gobierno, también “le abre una oportunidad de promover medidas” a fin de evitar la “puerta giratoria”.
“Hay un tema que merece mayor estudio en el Perú que es la ‘puerta giratoria’. Es decir, el tránsito de individuos entre el sector privado y el Estado, que no necesariamente es perjudicial en sí misma. Sin embargo, el riesgo relacionado a conflictos de interés es bastante alto y deben ser reportados desde el inicio. El uso de información privilegiado o acceso a esferas de poder generan ventajas inapropiadas para ciertas empresas, y luego limitaciones al ocupar cargos de fiscalizar con ciertas empresas.”, refirió a El Comercio.
Rodríguez Olivari, candidata a doctora en Ciencia Política de la Universidad de Humboldt de Berlín, agregó que este espacio gris, que aún es legal pero no necesariamente ético, “debe ser debatido con urgencia” en el Perú.
José Luis Incio- politólogo peruano candidato al doctorado de Ciencia Política en la Universidad de Pittsburgh- opinó que cualquier relación entre el gobierno y la constructora brasileña “no se va a ver bien” y “puede afectar” la imagen del Ejecutivo “frente a la opinión pública”.
“Lo mejor que pudo haber hecho el ministro es renunciar, y así aísla a la Presidencia de los efectos de su relación [con Odebrecht]”, subrayó.
En comunicación con este Diario, Incio señaló que el Ejecutivo “tiene que ser doblemente precavido”, de ahora en adelante, “para evitar suspicacias y posibles conflictos de interés si no quiere perder el favor” de la ciudadanía.