“Ocultar la verdad o tratar de no enfrentar la verdad, para alguien que es candidata a la Presidencia de la República, no creo que sea una buena estrategia”, dice Luis Raygada, embajador del Perú en Venezuela entre el 2011 y el 2013. Se refiere a Verónika Mendoza y al número de cuenta bancaria que ella habría anotado en la agenda de Nadine Heredia en el 2007; y lo dice porque un reportero del diario “Correo” le ha preguntado: ¿Cuál fue el papel de la ahora candidata del Frente Amplio en el nacionalismo entre los años 2007 y 2011? Raygada responde, sujetando entre sus manos, comprometedores e-mails escritos por Mendoza en esos tiempos; y los tiene en su poder porque en el 2007 él fue el coordinador del Partido Nacionalista en la tierra de Hugo Chávez.
La entrevista tiene otras revelaciones, pero en concreto Raygada señala que Mendoza miente cuando niega haber tenido conocimiento de los manejos bancarios de la cúpula del nacionalismo mientras era la asistenta de Nadine Heredia.
En octubre del año pasado, Mendoza le dijo a la Comisión de Fiscalización: “Jamás, señor presidente, he escrito en agenda que no sea la mía”. Conocido el resultado del análisis grafotécnico refrendado primero por el perito Andrés Begazo, consultado por Willax TV y luego por los peritos Augusto Arbaiza y Rosendo Chinchay, consultados, indistintamente, por El Comercio y “Perú 21”, los tres grafotécnicos acreditados ante el Poder Judicial, la propia Mendoza quiso cambiar el giro del cuestionamiento: “el asunto de fondo”, dijo, (es descubrir si estuve involucrada) “en manejos turbios de la señora Nadine Heredia. Nunca tuve nada que ver con manejo de cuentas ni de agendas de la cúpula nacionalista”, concluyó.
La manera como Mendoza ha querido desentenderse de su estrecha vinculación con Heredia ha provocado que militantes fundadores como Raygada y aun el congresista Daniel Abugattás salgan a enrostrarla y revelen detalles que no se conocían: “Le dieron el número uno en el Cusco para postular, era la niña de los ojos de Nadine Heredia”, ha recordado Abugattás.
Ahora sabemos que la candidata del Frente Amplio, Verónika Mendoza, ha mentido públicamente y sobre el mismo tema por lo menos en dos oportunidades: “Jamás escribí” y “no tuve nada que ver con las cuentas”.
Por qué mintió. ¿A qué le teme? ¿Qué verdad oculta?
Se trata de una candidata a la presidencia, por lo que es urgente que el Congreso le pida a la fiscalía que la someta, sumariamente, a un peritaje oficial.
Ella ha dicho que lo hará solo si el Ministerio Público lo solicita. Pero los políticos a cargo de su defensa, sus socios de Tierra y Libertad, Marisa Glave y Pedro Francke, de la agrupación liderada por el antiminero Marco Arana, sostienen que no se someterá a ningún peritaje porque es un chantaje de la periodista que escribe estas líneas. El que chantajea exige algo a cambio. ¿Qué le he pedido yo? ¿Lentejas?
Resulta paradójico que Glave y Francke, dos dirigentes antimineros seriamente cuestionados por su estrecha relación con los protagonistas de las “lentejas al contado”, hablen de chantaje. En el Valle de Tambo, Jaime de la Cruz, dirigente de Tierra y Libertad en la zona, actualmente con comparecencia restringida por ser uno de los inculpados en la extorsión –la que involucró a la organización de un grupo temible conocido como los ‘espartambos’– es, está probado, el encargado de la campaña de Mendoza; y su hija es candidata al Congreso por su agrupación.
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