Lo que le espera a Boluarte, la columna de Héctor Villalobos

Se autodenominan bloque de centroizquierda pero, seamos sinceros, no son necesariamente sus posiciones ideológicas (si las tienen) lo que los une.

Algunos de sus integrantes tienen en común el ‘mochasueldismo’ o las investigaciones penales en las que están incluidos. Son las bancadas que en su momento fueron cómplices y blindaron a Pedro Castillo cuando los escándalos de corrupción remecieron a su gobierno. En este grupo están incluidos ‘Niños’, Perú Libre, retazos de Perú Libre y un par de grupos menores pero decisivos a la hora de las votaciones ajustadas.

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Tal como están las cosas en estos momentos, y utilizando la tradicional pregunta que realizan las encuestadoras: “¿Quién ganaría si mañana fueran las elecciones para la Mesa Directiva?, este grupo, opositor al gobierno de Dina Boluarte, obtendrá la presidencia, vicepresidencias y el control del Congreso para el próximo período legislativo.

Al momento de escribir estas líneas, el principal voceado para encabezar la lista era el acciopopulista Luis Aragón, congresista que fue incluido por la Fiscalía de la Nación en la investigación ampliada del Caso ‘Los Niños’ y que esta semana hizo noticia por un viaje que realizó a Barcelona, en su condición de presidente de la Comisión de Transportes y Comunicaciones, y que fue pagado por la empresa china Huawei. Si la tendencia en el Legislativo se mantiene, Aragón estaría liderando el 26 de julio la Mesa Directiva del Congreso y se ubicaría, a pesar de sus antecedentes, en la línea de sucesión presidencial.

En tanto, la derecha parlamentaria se alista a enfrentar su primera derrota electoral en lo que va del actual Congreso. Los innecesarios coqueteos con Waldemar Cerrón –coqueteos que ahora se esmeran en negar en ambos bandos– y el rechazo posterior de Perú Libre a integrar una fórmula con el fujimorismo parecen haberle restado fuerza a la lista que, por ahora, se especula que encabezaría Patricia Juárez, de Fuerza Popular (aunque Renovación Popular también está en la pugna por liderar la nómina).

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Lo que viene en los próximos meses será un dolor de cabeza para un gobierno carente de reflejos políticos. La negada luna de miel Ejecutivo-Congreso podría llegar a su fin con una mesa encabezada por un ‘Niño’ o un aliado de ‘Los Niños’. Si bien Boluarte tuvo en los primeros meses de su gobierno un escenario convulso en lo social, con una calle que protestó constantemente en los primeros meses (protestas que la próxima semana pueden reavivarse), en el campo político la tuvo relativamente fácil. La era del Congreso buena gente que no censuraba a ministros cuestionados y del Ejecutivo que silbaba mirando a un costado para no observar autógrafas peligrosas puede llegar a su fin este mes.

Que Boluarte y su equipo de gobierno carecen de muñeca política no es un secreto para nadie. Los ejemplos sobran en estos primeros meses de gestión. Desde la designación de su efímero primer ministro Pedro Angulo hasta su poco creíble proyecto de adelanto de elecciones. El caso más reciente es haber tardado meses en destituir a Aurelio Orellana de la presidencia ejecutiva de Essalud, por su vinculación con los irregulares pagos a la empresa Aionia. Y luego de eso, nombrar en su reemplazo a la exministra de Salud Rosa Gutiérrez, quien renunció al Minsa ante la inminente censura del Congreso por su mal manejo de la crisis sanitaria por el dengue.

Si se confirma la victoria del bloque opositor al gobierno en el Congreso, la frágil estabilidad de Boluarte se verá cada vez más amenazada en un nuevo frente. Ya no solo deberá preocuparse por las protestas sociales, sino también por una Mesa Directiva adversa. El sueño de la banda presidencial puede terminar convertido en pesadilla.