Hasta hace una semana, el panorama respecto a las candidaturas presidenciales con miras a las elecciones del próximo año era sombrío. Parecía que debíamos resignarnos a tener como los más llamativos candidatos a un mediático exarquero y a un general en retiro procesado por el asesinato a un periodista.
Desde la semana pasada, las nubes negras empezaron a despejarse con la afiliación de distintas personalidades a diferentes partidos políticos, con lo que el abanico electoral se expande. Así como albergamos esperanzas respecto al coronavirus observando cómo el número de personas fallecidas va disminuyendo, tenemos que seguir alertas, pues el virus no se ha ido; podríamos decir lo mismo respecto a la política: mientras vemos con satisfacción cómo la oferta presidencial va mejorando, debemos seguir alertas, pues el virus del populismo y la improvisación sigue latente.
Como se sabe, la ley exige que quienes quieran postular tanto a la Presidencia de la República como al Congreso tienen que estar afiliados a una agrupación política, y el plazo para ello vence este fin de mes. Por ello hemos visto a personalidades de la talla del economista Hernando de Soto y el exgobernador regional de Ica Fernando Cillóniz inscribiéndose en diferentes agrupaciones para cumplir el requisito que les permita ser candidatos presidenciales. Ellos se suman a otros dos precandidatos que tienen su propio partido como son César Acuña, de Alianza para el Progreso, y Rafael López Aliaga, de lo que fuera Solidaridad Nacional y que se encuentra en el relanzamiento de esta agrupación que incluirá el cambio de nombre y colores.
Otra inscripción importante y llamativa ha sido la de Roque Benavides al Partido Aprista, agrupación a la que lo unen lazos familiares con su fundador Víctor Raúl Haya de la Torre. Benavides Ganoza se apresuró en aclarar que esta afiliación no significa su deseo de postular a la Presidencia de la República, aunque los tiempos en que se formalizó su militancia sugieran otra cosa. De Soto, Acuña, López Aliaga, Cillóniz y Benavides (si finalmente decidiera postular) tienen una visión del país, suman años de experiencia en sus respectivos rubros y también cuentan con ideas –con las que se pueden suscribir o discrepar–, pero de ninguno de ellos se puede afirmar que no conozcan de gestión.
A ellos habría que sumar el candidato que surja tras las internas de Acción Popular y lo que decida el fujimorismo respecto a su futuro político.
Antes de las afiliaciones partidarias de la última semana, los sondeos de opinión daban como favorito –a siete meses de los comicios– al alcalde de La Victoria, George Forsyth. Salvo su paso por el distrito de La Victoria, ¿Qué experiencia de gestión tiene Forsyth?, ¿Cuál es su visión del país? Además de haber sido uno de los rostros del apoyo a Susana Villarán por el No a la revocación, ¿Qué otras causas políticas o posiciones suscribe? A partir del 28 de julio del 2021, el país necesita una persona decidida a reconstruirlo y a respetar los valores y tradiciones de una república con 200 años de existencia.