Los ‘compañeros’ de la vieja escuela relatan que, a puerta cerrada, las discusiones en el Partido Aprista Peruano (PAP) pueden llegar a los insultos, pero frente a extraños –y, sobre todo, ante los medios– la estrella debe mostrarse siempre sólida.
Pero hay ocasiones en que las circunstancias y el calor del debate pueden doblegar la disciplina del ‘compañero’ más fiel, sobre todo si el temperamento telúrico es un rasgo que lo distingue.
“Los que perdían asumían y defendían el punto de vista de los que ganaban. Así funcionaba el Apra. Qué pena que los secretarios generales de ahora no lo recuerden”, espetó ayer Mauricio Mulder a Jorge del Castillo tras la censura del ministro de Educación, Jaime Saavedra.
Del Castillo fue el único integrante de la bancada aprista que optó por no votar: no marcó ni verde ni amarillo ni rojo. La posición del ex primer ministro encendió la ira de Mulder, pero quizá los 140 caracteres que aquel publicó después en Twitter la disparó hasta la ebullición.
“Dejo constancia [de] que no voté a favor de la censura al ministro de Educación. ¡Fue una decisión de conciencia!”, escribió el secretario general del PAP minutos después del pleno en el que se definió la censura.
El contragolpe de Mulder también fue virtual. “El Apra acordó un voto en bloque. No es tema de ‘conciencia’, sino político. Cada uno sabe lo que tiene guardado en su clóset”, tuiteó.
Del Castillo devolvió el ‘cumplido’ apelando a la memoria del fundador del Partido Aprista Peruano: “Que el Apra, partido histórico con un fundador como Haya de la Torre, se ponga de furgón de la cola del fujimorismo, yo no lo puedo permitir”.
—Lío bicentenario—Dicen que el hombre ideó la política para evitar las guerras, pero hay ocasiones en que las disputas políticas pueden alcanzan ribetes bélicos.
Hace unos meses, en el fragor de la campaña electoral, Del Castillo presentó el plan bicentenario del Partido Aprista Peruano, un documento con lineamientos de gobierno salpicado de plagios.
El ex jefe del Gabinete Ministerial calificó la flagrante falla como “error involuntario” con el fin de bajar las revoluciones.
Pero Mulder, un político que no conoce eufemismos, no contuvo su malestar. “Esto efectivamente es una vergüenza, pero que asuman la responsabilidad sus autores. Esto no es un documento oficial del partido”, aseveró en el dominical “Sin medias tintas”.
En el 2011, la campaña electoral pos-García resquebrajó aun más la fraternidad entre ambos. Para Mulder, la inclusión de Del Castillo como cabeza de la lista del Partido Aprista Peruano por Lima daba una “imagen de desorden y falta de unidad partidaria”.
Tras la renuncia de la candidata presidencial Mercedes Aráoz, la dirección política del partido optó por una solución matemática: Del Castillo pasó al último lugar (36) de la fórmula parlamentaria y Mulder se convirtió en el primero y, posteriormente, fue el único de los dos que ganó un escaño.
Los tiempos de estrés político se han convertido en una prueba para la fraternidad de los ‘compañeros’. Y no todos terminan aprobados.
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#VerónikaMendoza sobre censura a #JaimeSaavedra: “¿Quién sigue ahora, señora Fujimori?” ►https://t.co/DqOekEcpaR pic.twitter.com/0p7RFeMz1Y— Política El Comercio (@Politica_ECpe) 15 de diciembre de 2016