En períodos electorales se presentan dos escenarios para los partidos políticos: o se renuevan o se muere el amor por las agrupaciones. Las cifras de este último año electoral ratifican que algunos partidos políticos peruanos no pasan por su mejor momento.
A través del acceso a la información pública, El Comercio obtuvo el registro oficial del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) sobre las renuncias partidarias presentadas desde enero de este año hasta la fecha. Según esta data, el partido político que sufrió más renuncias fue el Partido Nacionalista Peruano.
Fueron 4.025 los militantes que solicitaron su desafiliación al que, hasta julio, fue el partido de gobierno. En total 3.370 de esas renuncias se presentaron después de la primera vuelta del 10 de abril.
El nacionalismo, después de una serie de idas y vueltas, decidió no participar en los comicios, ni siquiera con lista al Congreso, con el fin de –gracias a la reforma electoral– salvar su inscripción electoral.
El ex congresista nacionalista Teófilo Gamarra responsabiliza a sus enemigos políticos de esta fuga partidaria. “El nacionalismo ha recibido una campaña dura en contra donde nos han satanizado”, se queja.
Pero luego hace un mea culpa. “Descuidamos el trabajo en el partido por centrarnos en las tareas del gobierno”, alega. Añade: “Existieron reacomodos y varios militantes, al ver que no postulábamos, se fueron a otro carro ganador”.
Esto último es compartido por el pepecista Jorge Villena. “La gente se acerca a los partidos políticos en cuanto tienen opción de un puesto en la campaña electoral. Mientras menos opción tienen, menos atractiva se vuelve la militancia. Por eso no veras pérdidas de líderes de peso”, asevera.
El ex regidor de la Municipalidad de Lima ironiza al respecto y asegura que, “cuando se acaba el proceso [electoral], también se acaba el amor”.
El Partido Popular Cristiano (PPC) figura cuarto en la lista de los que sufrieron más renuncias este año: 207 antes del 10 de abril, y otras 171 después del proceso.
Villena advierte que si la dirigencia no soluciona los actuales problemas internos –el 15 de diciembre tienen un congreso nacional–, sufrirán más renuncias y podrían terminar como una “marca política sin inscripción” como lo es ahora Perú Posible.
—Marca sin inscripción—Perú Posible no pasó la valla electoral y ahora se encuentra en proceso de recolección de firmas. Como su pérdida de inscripción no se oficializa –según la ley– hasta un año después del proceso, los militantes aún pueden renunciar. En lo que va del año, sufrió 326 renuncias antes de la elección y otras 171 tras el 10 de abril.
El ex congresista José León prefiere bromear ante el panorama adverso: “Al menos ya tenemos ocho firmas recolectadas, las del buró político”.
Luego, en tono más serio, añade: “Un militante observa que su líder no tiene proyección política y arranca. Eso pasó con [Alejandro] Toledo en los últimos comicios”.
El dirigente de la chacana sostiene que la ley ahora les exige recaudar un número de firmas equivalentes al 5% de su último caudal electoral. Es decir, 830 mil rúbricas. “Tenemos que ser realistas, eso es difícil de conseguir”, admite .
Por eso, el ex parlamentario adelanta que están en busca de movimientos que hayan adquirido kits electorales antes de la reforma, cuando solo exigían 3% de firmas.
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Verónika Mendoza afirma que su nuevo partido no se aleja del Frente Amplio ► https://t.co/aCX0Xyw1oc pic.twitter.com/ydTGvCStVz— Política El Comercio (@Politica_ECpe) 3 de diciembre de 2016