Todavía no dan la batalla por perdida. El ministro de Justicia, Vicente Zeballos, asegura que el Gobierno aún evalúa opciones para tener elecciones en el 2020. También dice que la mayoría parlamentaria podría no tener los votos necesarios si finalmente decide empujar la elección de los nuevos miembros del Tribunal Constitucional (TC).
—¿Hubo consenso en el Gabinete para presentar esta cuestión de confianza?
Como todo espacio corporativo, siempre hay criterios diferentes. Pero criterios en el ánimo constructivo. Unos dan un aporte, otros dan otro. No sé por qué se viene tejiendo esto de que en el interior del Consejo de Ministros hay voces divergentes bastante fuertes. Lo descarto. Pareciera que esto ya es un comentario direccionado para tratar de fraccionar la unidad del Consejo de Ministros.
—¿Entonces, por qué se demoraron dos días?
En principio, esta es una medida que tiene que tomarse con mucha cautela. [El presidente] estaba a la espera de que el Congreso postergara la elección. No pasemos por alto que cinco días antes se habían hecho públicas algunas denuncias sobre relaciones entre un candidato y Los Cuellos Blancos del Puerto. Y luego se hizo pública una denuncia de una magistrada [Marianella Ledesma]. En esas circunstancias, el Ejecutivo no podía estar al margen.
—¿Por qué el presidente no comentó nada sobre el adelanto de elecciones en su mensaje?
Porque son temas diferentes. Acá hay una urgencia, la fecha [para la elección del TC] ya era inamovible. Se esperaba que fuera postergada, pero no ocurrió. Como no hubo esa actitud de cambio, el Ejecutivo tomó la decisión. Pero es una decisión apegada a las políticas de trabajo del Gobierno.
—¿Esto significa que todavía hay algún partido por jugar en el tema del adelanto de elecciones?
El tema del adelanto de elecciones todavía está en evaluación, no es un capítulo cerrado como Poder Ejecutivo. Ahora estamos abocados a la presentación del próximo lunes.
—¿Pero hay alguna salida legal para que las elecciones sean en el 2020?
En su momento, el Legislativo archivó un proyecto de reforma constitucional relacionado a la inmunidad. Después, tuvo que plantearse una reconsideración en el interior de la Comisión de Constitución. Ese antecedente nos avizora una de las posibilidades.
— ¿Esta cuestión de confianza está explícitamente atada a que el Congreso no elija entre los actuales candidatos al TC?
El efecto de una cuestión de confianza debe ser inmediato. En consecuencia, se está alcanzando una propuesta legal que será sustentada por el primer ministro ante el pleno, y se espera que también sea aprobada de forma inmediata.
—Es decir, sí está ligada a la elección de este TC.
Por ahí se han observado objeciones de que no se podría, tratándose de un proceso en curso. Acá hay que hacer una precisión técnica: hay normas sustantivas y normas procedimentales. Y el TC ha sido bastante claro: cuando se trata de normas de carácter procedimental, se pondera la regla de la aplicación inmediata. Si el Parlamento lo aprueba, será para este procedimiento.
—¿Qué actitud van a tomar si el Congreso decide hacer la elección del TC primero y luego recibir al primer ministro?
El mensaje del presidente es uno de la más alta magistratura política del país. Tiene que ser entendido en esa dimensión. Por otro lado, entendemos que el Parlamento puede decidir lo que considere pertinente. A efecto de ello, veremos las medidas. No puedo adelantar cuál va a ser la decisión, pero obviamente tenemos que ir premunidos.
—¿Ya han barajado opciones? ¿Cuáles son?
Definitivamente, los escenarios se han evaluado y se tienen respuestas para cada uno. Pero en principio la invocación es a que haya una actitud reflexiva de los señores parlamentarios. Ya desistió un candidato, hay un pronunciamiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, hay una denuncia pública de una magistrada del tribunal en ejercicio. Esto ya está en los límites de la ponderación y cordura para este tipo de determinaciones.
—¿Tomarán como un ataque que el Congreso decida elegir y luego ver la confianza?
Tengo una sana expectativa de que esto [la elección del TC] no va a prosperar y de que finalmente no van a tener los 87 votos. Tras la decisión del Parlamento, veremos la respuesta pertinente. En principio, esperamos que haya una atención democrática y constitucional al planteamiento que ha formalizado el primer ministro.
—¿Suma el pronunciamiento de Kenji Fujimori sobre postergar la elección?
No se puede desmerecer la importancia de los siete votos de Cambio 21, son gravitantes en estas decisiones. La pregunta es qué impacto tiene el pronunciamiento de Kenji Fujimori, porque dicha bancada ha tenido un comportamiento muy singular. La mejor evidencia es que un día se decide que el Parlamento vea la reincorporación de Kenji Fujimori y a los cinco días uno de los miembros de Cambio 21 es parte de la Mesa Directiva. Pero obviamente serían votos importantísimos, porque se prevé que [la votación] esté bastante ajustada.
—Algunos congresistas han tomado el mensaje de Vizcarra como un símbolo de debilidad. ¿Qué respondería?
Que dejemos de acudir al adjetivo. Unos dicen que porque el presidente no está acompañado por sus ministros, estamos divididos y él en la más profunda soledad. Dejémonos de calificativos. El presidente está tan entusiasmado como en los primeros días.
—¿Qué expectativas políticas le genera el próximo interrogatorio a Jorge Barata, en el que se podrían revelar ‘codinomes’ de congresistas?
Estos alborotos de estas últimas horas parecerían ser una reacción a eso que se viene. Ojalá que estemos equivocados. No solamente congresistas, sino personajes relevantes de la política nacional pudieran estar comprometidos.